El éxito que se alcanza desestimando el comportamiento ético es eminentemente falso y superfluo. El verdadero triunfador, apunta un conocedor, “no utiliza artificios engañosos; primero, porque contrarían su corazón, y segundo, porque sabe que una victoria alcanzada de esa manera destruye la confianza y el respeto hacia sí mismo”. La ética es la interiorización y aplicación individual de los principios y valores morales en nuestras actividades, desestimarla en pos del dinero y conquistas materiales nos proyecta miserables ante los demás. El triunfo conseguido pisoteando o relativizando principios éticos: engaño, abuso de poder, ignorancia de la ley, puede significar satisfacciones puntuales pero nunca verdadera trascendencia humana.
Valor de la ética
El éxito que se alcanza desestimando el comportamiento ético es eminentemente falso y superfluo. El verdadero triunfador, apunta un conocedor,…