Quienes han seguido mi carrera profesional en el periodismo deportivo -que casi cumple 37 años- saben que no soy ambivalente a la hora de exponer mis ideas respecto a los grandes certámenes del deporte, especialmente cuando se trata de trascendentales peleas en las que se disputan campeonatos mundiales en el boxeo de paga.
O para escribirlo en el lenguaje llano, el que mejor entiende el pueblo: Nunca soy “guabinoso”, no ando con rodeos cuando tengo que dar mis vaticinios.
El periodista, además de ser un informador público, debe ser un orientador y escribir en base a llevar un mensaje de orientación.
El análisis, es la descomposición de un todo en sus partes y llegar a una objetiva conclusión.
En la mayoría de los casos el analista de boxeo acierta, como ha sido mi caso. Lo expongo de forma clara. Que no se me sindique como petulante o creerme que soy el analista que “nunca yerro”.
Cuando el experto en determinada disciplina deportiva se arriesga a vaticinar, por ejemplo, en una pelea de boxeo, un juego de béisbol o de fútbol, lo hace con conocimiento de causa.
El analista no improvisa ni inventa. Él escribe -o comenta, si se trata de radio o televisión- fundamentado en realidades técnicas, físicas y hasta sicológicas.
Como humano, se puede equivocar… como se han equivocado médicos cuando dan diagnósticos errados tras examinar a sus pacientes. ¡De todo hay en la Viña del Señor!
El análisis
El próximo 12 de julio, en la arena del hotel MGM, de Las Vegas, habrá otro gran acontecimiento del boxeo mundial.
Saúl Canelo Álvarez, ídolo de México, tendrá una pelea dura cuando enfrente al estelar púgil cubano Erislandy Lara.
El combate será a 12 rounds en la categoría mediano junior. No habrá título en juego.
Aunque Lara es monarca mediano junior, no expondrá su faja.
No obstante, debe ser un combate violento…¡y quizás de principio a fin!
