Caracas. En medio de una intensa polarización, los venezolanos acudieron ayer a las urnas para unos comicios municipales en los que el oficialismo y la oposición apuestan a lograr una mayoría contundente.
La consulta se desarrolló de forma pacífica en todo el país con excepción de un incidente violento en el estado occidental de Trujillo, donde una integrante de una casilla murió baleada.
Pasadas las 6 a.m., representantes del Consejo Nacional Electoral (CNE) ordenaron la apertura en todo el país de unas 39,427 casillas, que comenzaron sus actividades con poca afluencia de electores y problemas en algunos centros, generados por la falta de algunos integrantes de las mesas. “La paz del país está garantizada”, afirmó el presidente Nicolás Maduro al informar a la prensa que el proceso electoral se estaba desarrollando con normalidad, con excepción de la mujer baleada. No ofreció más detalles. “He tomado todas las medidas para evitar las loqueras de los que siempre conspiran”, agregó.
Luego de sufragar en una escuela pública del oeste de la capital, Maduro, quien vestía de chaqueta deportiva y pantalón negro y era acompañado de algunos de los candidatos a alcaldes de la capital, exhortó a los venezolanos a votar para “garantizar la victoria de la paz”, y evitar las “conjuras” contra el país.
De su lado, el líder de la oposición venezolana Henrique Capriles dijo que la campaña que se realizó para los comicios municipales ha sido “probablemente” la más abusiva por parte del Gobierno.
“Estamos complacidos a pesar de todas las dificultades, de todos los obstáculos, de todos los tropiezos, de todos los abusos. Esta ha sido probablemente la campaña más abusiva”.
