Venezuela: ausencia de Chávez en elecciones desalienta a algunos

CARACAS, Venezuela — En la jornada para elegir a quien lo sucederá en el poder, la ausencia del presidente Hugo Chávez desalentó a algunos que votaron por él y que lo consideran un líder insustituible.

CARACAS, Venezuela — En la jornada para elegir a quien lo sucederá en el poder, la ausencia del presidente Hugo Chávez desalentó a algunos que votaron por él y que lo consideran un líder insustituible.

Es la primera vez desde 1998 que Chávez, quien dominó la política venezolana como ningún otro jefe de Estado anterior, no está presente como candidato presidencial. En su lugar, el domingo compite el actual mandatario encargado Nicolás Maduro en unos comicios en los que busca imponerse al opositor Henrique Capriles.

Chávez escogió a Maduro como su heredero político y pidió que votasen por él si, como ocurrió, no lograba recuperarse de su cuarta operación contra el cáncer.

Pero no todos están dispuestos a cumplir la voluntad del carismático líder socialista fallecido el 5 de marzo.

«Yo no estoy escrita en ningún partido, no me beneficio de ninguna misión, votaba por Chávez porque le tenía fe», dijo a la AP María Fernández, un ama de casa de 48 años. «Cuando oí a Diosdado (Cabello, presidente de la Asamblea Nacional) decir que Chávez era el que frenaba las ideas locas que a ellos se les ocurren me decidí: no voto», añadió.

Cabello, uno de los aliados más cercanos de Chávez, advirtió en marzo a la oposición que evitasen las provocaciones y midiesen sus críticas al gobierno afirmando que el ex gobernante era el «muro de contención de muchas de las ideas locas que a veces se nos ocurren a nosotros» y que ante cualquier complot tendrían como respuesta «la profundización de la revolución».

Chávez prometía convertir a Venezuela en un Estado socialista. Sin embargo, pese a las nacionalizaciones y los cada vez mayores controles gubernamentales, en muchas oportunidades dio marcha atrás a medidas impopulares y el equilibrio entre los sectores público y privado de la economía no cambió mucho durante sus casi 14 años de mandato.

«No votaré por la oposición, no me siento cómoda, ellos nos metieron en este lío; pero tampoco voy a votar por estos locos. Siempre lamente que Chávez cada vez más se estaba rodeando de locos y corruptos, pues esos locos y corruptos son los que ahora están mandando», agregó Fernández.

Los comandos de campaña de Maduro y Capriles el domingo se esforzaban en llamar a sus seguidores a votar. A diferencia de octubre, cuando en los centros de votación se podían ver largas filas de electores, en esta ocasión muchos de ellos lucían casi desiertos.

«Maduro nos mintió, eso no se lo perdono. Si nos mintió en algo tan sagrado como es la salud de alguien tan querido como Chávez, qué podemos esperar de él como presidente», dijo Nelly Salazar, una analista de recursos humanos de 48 años que decidió no votar y que realizaba compras de alimentos como en cualquier otro domingo.

Capriles sugirió desde el inicio de la campaña presidencial que Maduro le había mentido a los venezolanos sobre el verdadero estado de salud de Chávez, contra quien compitió en octubre y perdió.

«Chávez pecaba de sincero, era muy sincero, a mucha gente eso no le gustaba, a mí sí», añadió Salazar.

Ramón Benítez, un obrero de 48 años, por el contrario, se cuenta entre muchos que han expresado su intención de cumplir la voluntad de Chávez y defender su legado.

«Estamos dando ejemplo al mundo de democracia, Venezuela cambió para siempre y no volverá a esos tiempos que sólo se acordaban de nosotros cada cinco años cuando nos pedían el voto. Ahora todos somos parte del gobierno y se nos toma en cuenta para todo», dijo Benítez.

«El legado de nuestro comandante Chávez sólo está seguro con Nicolás», manifestó José Montoya, un estudiante de 22 años, quien admitió que guarda un poco de desconfianza en Maduro.

«Si Chávez lo escogió es porque confiaba en él, tiene que cumplir y si no lo hace para eso está el revocatorio», comentó el joven en referencia a la posibilidad que tienen los venezolanos para revocar el mandato del titular del Ejecutivo.

Para millones de pobres, Chávez es «un héroe», «un santo» que velaba por su bienestar.

En las barriadas marginales de campos y ciudades, donde vive más de la mitad de los casi 29 millones de habitantes del país, Chávez logró cautivar una base de fieles seguidores debido a su carisma y programas sociales llamados misiones que ofrecen desde alimentos a bajos precios hasta ayuda en efectivo para madres solteras sin empleos.

Pero Maduro no ha logrado encantar a las masas como su mentor, de quien se autoproclama «hijo».

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