Víctimas también

Ante el balance de víctimas policiales de la delincuencia en lo que va de año: 19 policías muertos y 74 heridos, vale reconocerles razón a las corrientes de opinión que reclaman de las entidades defensoras de los derechos humanos, ser más amplias y coherentes, pues el valor de la vida no puede ser selectivo o excluyente. Cabe toda la condena a abusos, excesos y crímenes de policías o militares contra civiles muchas veces indefensos. Pero con igual energía y preocupación deben pronunciarse cuando un policía o efectivo castrense cae en el ejercicio legítimo de sus funciones, a veces tratando de evitar un atraco. Ellos también son seres humanos y sus familias quedan desamparados cuando mueren a manos de delincuentes.