Santiago. La Fiscalía de Santiago instruyó a un levantamiento para tener una relación de órdenes emitidas versus órdenes notificadas por alguaciles, mientras familias de víctimas de feminicidios reclaman acciones.La decisión es tomada en medio de las constantes denuncias de que son las víctimas las que entregan las órdenes de alejamiento a quienes luego se convierten en sus verdugos. Actualmente, la Unidad de Violencia de Género de Santiago recibe un promedio mensual de 600 denuncias de agresiones, pero cuenta con un reducido personal para ejecutar las órdenes de arresto o llevar las citaciones.
La fiscal titular, Luisa Liranzo, informó que el levantamiento notificado por alguaciles permitirá verificar el fiel cumplimiento de la disposición dada previamente. En tanto, que Gladisleny Núñez, encargada de la Unidad contra Violencia de Género, entiende necesario que instituciones como Ministerio de la Mujer se involucren en acompañar a las víctimas.
“El Ministerio Público trabaja por la persecución del delito pero hay diversos factores sociales que incrementan la violencia”, adujo Núñez. La unidad de Santiago cuenta con un equipo multidisciplinario de 40 profesionales, desde médicos, psicólogos, abogados, trabajares sociales, alguaciles, policías, y administrativo. Esto permite realizar diversas intervenciones con las víctimas.
En el caso de Estefany Gómez, muerta a cuchilladas por su pareja en la comunidad La Herradura, sus familiares denuncian que el crimen se produjo cuando ésta un día antes, entregó a su verdugo, Wilson Cabrera, una orden de alejamiento. En el caso de las dos víctimas del lunes, Zoraida Morel Jiménez, ultimada por Eduardo Humberto Beato, y Wilenia Vásquez Marte, ocurridos en las comunidades de Don Pedro y Monte Adentro no existían registro de denuncia. “Las denuncias siguen, las personas no dejan de denunciar porque tengamos nuevas actuaciones procesales, dejarán de denunciar y vivirán en ambiente de paz, cuando eduquemos en respeto a las mujeres”, apunta la fiscal Núñez.
