La madrugada del pasado domingo el boxeo de República Dominicana vio caer a uno de sus principales púgiles. Víctor -Mermelada- Cayó, en su combate pactado a 10 asaltos, fue devastado por el veterano Nate Campbell.
César Mercedes, manager de Cayó, todavía no se recupera de la amarga derrota. El inesperado fracaso lo sufre Mercedes quien ha sido como un padre para el joven gladiador dominicano.
Campbell, de 40 años (expediente de 35-9) y a su cuestionado discurrir por los cuadriláteros en los últimos años, (excampeón mundial) se creció en la pelea y, literalmente, vapuleó a puros golpes a Cayó.
En el quinto asalto -dicen que en el boxeo “no hay quintos malos”-, el estadounidense, con una devastadora ofensiva, depositó dos veces en el piso al quisqueyano.
¡Y no lo noqueó en ese round por el toque de campana!
Pero ya se veía un fatídico final para el peleador criollo. Pese a su esfuerzo y probada valentía, sus posibilidades de triunfo eran remotas.
Si la pelea no fue detenida en el quinto asalto se debió, en mi opinión, a que el árbitro puertorriqueño Roberto Ramírez quería “complacer” a enardecidos fanáticos dominicanos que asistieron al Palacio de los Deportes a la espera de una victoria de su paisano.
¡A descansar un año!
Mermelada Cayó, tras sufrir el aparatoso nocaut (nocaut técnico en el noveno round), debe irse a un merecido descanso. Descansar por lo menos un año.
Ya suman tres los duros nocauts que ha sufrido. Sus dos anteriores derrotas por esa vía se las asestaron otros campeones del mundo: Marcos Maidana y Lemont Peteron.
Mermelada Cayó es todavía un atleta joven por lo que no lo debemos sepultar. Es decir, podría tener capacidad de recuperación.
Claro, todo va a depender de su comportamiento, de estar consciente de que por necesidad debe descansar, alejarse del gimnasio, reflexionar y regresar en 12meses.
En ese lapso, también, recibir orientaciones sicológicas.
Porque tal vez todavía el mundo para él ¡no se ha derrumbado!
