La vida continúa

Es fácil percibir que a término de año, últimos días de diciembre, muchas personas cambian sus hábitos de conducta, y en muchos casos se los toman no como el final de un período, que es normal, sino como si fuesen los días finales de sus vidas.&#8

Es fácil percibir que a término de año, últimos días de diciembre, muchas personas cambian sus hábitos de conducta, y en muchos casos se los toman no como el final de un período, que es normal, sino como si fuesen los días finales de sus vidas. Hacen lo que durante los doce meses no hicieron y adoptan  comportamientos que cambian sus rutinas y hasta su forma de ser.

Nada más peligroso que llevarse de encuentro la rutina, lo que no significa que se deba vivir aburrido, pero sí tener cautela ante situaciones que puedan romper la cotidianidad, que puedan llevarse de encuentro las costumbres, incluidas las buenas.

Por eso, no está de más recordar que  las Navidades y las fiestas de fin de año no deben ser motivo para los excesos. A lo sumo pueden servir para compartir sanamente, sin exponerse, en un absurdo sentido del goce y el disfrute.

Evitar  situaciones que tiendan a romper las rutinas y terminan de la peor manera. “La celebración de unas mañanitas navideñas terminó en tragedia durante un tiroteo en el que resultaron muertos un raso de la Fuerza Aérea,  un agente policial y  un civil”. Así comienza precisamente un informe de uno de nuestros reporteros en Santiago, para referirse a una incomprensible tragedia con un saldo fatal de víctimas.

En ese hecho un campeón nacional de ciclismo, de 23 años, y su acompañante, otro joven de apenas 22, resultaron muertos en un incidente difícil de entender.
Pensar que esas personas sólo se reunieron, se supone, para intercambiar, y resulta que encontraron la muerte. Un drama lamentable que requiere ser investigado a fondo.

Las celebraciones, que debían ser de amor y paz nos  conducen a la muerte. Es como si la violencia permeara todos los ambientes.

Por eso, hay que mantenerse en equilibrio, especialmente, en estos días finales del año que pasa, pero la vida continúa. Y esto es válido especialmente para las personas más joven, que normalmente no ven los peligros que acechan en estos tiempos.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas