La soltería es sinónimo de libertad e independencia, en especial para los caballeros que cuentan con una morada lejos del nido materno.
Quienes gozan de este estatus civil, con un espacio propio, tienen la posibilidad de disfrutar de horas de llegada sin límites, todo lo suelen encontrar en el lugar que lo han dejado, no tienen que hacer fila para ir al baño en las mañanas -y más cuando hay apuros-, y sus visitas no tienen por qué marcharse después de la medianoche.
Pero no todo es pura diversión en la vida de los codiciados solteros. Ellos también tienen responsabilidades, tales como pagar la electricidad, el agua, internet, las tarjetas de crédito, el teléfono, gas y mantenimiento de las zonas comunes de la casa o apartamento en el que viven –este último suele ser el tipo de vivienda por la que optan-. Y como los gastos corren por cuenta propia, en el caso de los que sepan el verdadero significado de la independencia, deben de esforzarse para tener todo al día.
Saber si un caballero es soltero y que vive solo, no es tan difícil. Entonces… ¿cómo saberlo? Pues con una corta visita al supermercado, te paras en una esquina y observarás que su carrito de compras nunca se verá atiborrado de productos hasta el tope, como suele suceder con las compras familiares.
Si te fijas bien, su lista es sencilla: jugos enlatados, salchichas, jamón, queso, pan, palomitas de maíz, refrescos, comida pre-cocida, y todo aquello que sea enlatado. ¡Y claro está! El alcohol casi nunca falta.
Son muy pocos los caballeros que se dedican a comprar alimentos que necesitan una gran elaboración. Un ejemplo de esto son nuestros entrevistados, entre ellos, un chef; que a pesar de su profesión no se complica la vida.
Ellos dicen qué tienen en su nevera
Mario Peguero
Comunicador. 27 años.
“Mi compra se limita a cereales, leche, jamón de pavo, queso, pan y tuna. Lo que nunca falta es un par de botellas de vino. A veces solo tengo cereal y me paso una semana comiendo eso. Suelo ir almorzar en casa de mi padre, por lo que la compra de mi casa nunca pasa de los 2,000 pesos semanales.”
Bolívar Valera
Comunicador. 31 años.
“Cuando voy al súper siempre compro artículos para picaderas (jamones, quesos, aceitunas.), y los jugos para las mezclas de los tragos (soda, cramberry y jugo de naranja). Lo que no puede faltar es hielo y agua. En cuanto al presupuesto, eso va a depender de la cantidad de amigas que invite.”
Gaspar fuster
Chef. 32 años.
“Compro un sinnúmero de artículos que van desde vegetales hasta carnes y pescado. Siempre hay algo en la nevera. Como chef, desde hace 10 años siempre invento algún plato con lo poco que tenga. Algo que nunca puede faltar es jugo…pero siempre se me olvida comprar el agua. No sé por qué.”
