Porque no vivimos en palacios de cristal sino en casas sin luz ni agua, los dominicanos estamos casi siempre vidriosos. El acondicionador de aire de mi vehículo no funciona, pero como están asaltando a los conductores que andan con vidrios bajados, aguanto calor. No tiene bola de cristal, por eso el presidente Danilo Medina no puede hacer magia en la CDEEE.  Para generales retirados y funcionarios que justifican privilegios ilegítimos, la transparencia y la ética son “según el cristal con que se miren”. Arrogantes, creen que este pueblo come vidrio. Pero todos sabemos que su techo es de cristal y no podrán evitar que vitrificados por tanto abuso, les cortemos los ojos y subamos los vidrios.

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