En la fase final de remozamiento de sus emblemáticas vías, la primera Ciudad del Nuevo Mundo ahora se embarca en un sistema de seguridad conectado al 9-1-1 y a un mecanismo de parqueos que prometen explotar su potencial cultural.El fin de la intervención en las importantes calles de la ciudad colonial se acerca. Se estima para el primer trimestre del presente año. Hasta el momento, los trabajos están avanzados en un 80 por ciento, según explicó Maribel Villalona, encargada del Proyecto Fomento al Turismo, que procura realzar el patrimonio histórico de Santo Domingo.
Con el propósito de solucionar el problema de la seguridad ciudadana en este espacio cultural, en los primeros meses del año, se instalarán 123 cámaras de seguridad. Se trata de la primera fase de un sistema de vigilancia, que no sólo estará en las calles, para fines de emergencia, sino que hará doble repetición de la imagen en un centro de monitoreo instalado en la calle El Conde. El mismo permitirá vigilar la gestión turística, detalló la arquitecta.
“Ya se están instalando. Hay una empresa que fue contratada, la cual ganó una licitación en diciembre y tendrá un margen de cuatro meses para instalar el sistema. Hablamos de una seguridad desde un punto de vista más integral”, precisó Villalona.
Seguridad y monitoreo de visitantes
Con esta medida, se llevará a cabo un monitoreo que permitirá contabilizar las visitas en un determinado museo, además, de captar las agresiones de personas contra la ciudad.
La encargada de la obra indicó que, en el país, no conoce un centro de gestión de destino en ese orden. Asimismo, dijo que trabajarán para seguir ampliando el sistema diseñado para mil cámaras.
Otros de los principales problemas de la Zona Colonial es la carencia de parqueos, lo que provoca que vehículos ocupen las aceras. La solución está en un sistema de estacionamiento moderno que permita aprovechar los lotes vacíos para que sean adecuados como espacios de estacionamientos que serían utilizados por residentes y visitantes, apuntó la coordinadora del programa.
Nacen negocios; mueren otros
Villalona afirmó que la inversión empresarial está en crecimiento en la Zona Colonial. “Y esto lo demuestran las nuevas tiendas y restaurantes que se han instalado”. Sin embargo, el progreso que experimenta el lugar histórico debilitó el patrimonio de valor económico generacional de Braulio Féliz, quien cada día vela por las pocas mercancías que queda en su papelería incrustada en uno de los tramos intervenidos de Isabel la Católica. Dicha área tiene más de tres meses intervenida.
“El estado me ha quebrado”, expresó, mientras contaba las veces que ha sufrido caídas en la entrada de su negocio, producto de la reconstrucción de la vía.
El colmado Omar, también padece las consecuencias del remozamiento. Dijeron que las ventas cayeron considerablemente.
