Benedicto XVI pide cambios en Cuba; se reúne con Fidel

LA HABANA. Las palabras del Papa se constituyeron en un inédito y duro mensaje político ofrecido en una misa a la que asistieron cientos de miles de personas.

LA HABANA. Las palabras del Papa se constituyeron en un inédito y duro mensaje político ofrecido en una misa a la que asistieron cientos de miles de personas.
Benedicto XVI dijo que la gente encuentra la libertad cuando la busca a través de lo que ofrece el cristianismo. “Por otra parte, hay otros que interpretan mal esa búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en su verdad e intentando imponerla a los demás”, dijo el Santo Padre al leer en español su homilía.

No citó por su nombre al gobierno, pero más tarde urgió a Cuba a permitirle a la Iglesia mayor libertad para difundir su mensaje.

Esos fanáticos son, dijo el Papa, “como aquellos legalistas obcecados que, al ver a Jesús golpeado y sangrante, gritan enfurecidos: ¡Crucifícalo! Todo ser humano ha de indagar la verdad y optar por ella cuando la encuentra, aún a riesgo de afrontar sacrificios”.

Cientos de miles de cubanos abarrotaron la Plaza de la Revolución para la misa matutina, y se protegieron del inclemente sol con sombrillas, viseras, mientras ondeaban banderas, pequeñas y grandes al tiempo que el Papa transitaba en su Papamóvil blanco y blindado. En ocasiones, el Papa les respondía con la mano sentado desde su vehículo.

Seguir a Jesús

En medio de vivas que daban locutores y animadores por micrófonos y en los que se oía “Benedicto, Benedicto confírmanos en Cristo” o “viva el Papa”, el Santo Padre arribó a la plaza, donde minutos antes ya había llegado el presidente Raúl Castro enfundado en una guayabera blanca. El mandatario cubano y varios de sus ministros tenían asientos en primera fila.

“Queridos amigos, no vacilen en seguir a Jesucristo”, dijo el Papa en su homilía. “En él hallamos la verdad sobre Dios y sobre el hombre. Él nos ayuda a derrotar nuestros egoísmos, a salir de nuestras ambiciones y a vencer lo que nos oprime. (La Iglesia) vive para hacer partícipes a los demás de lo único que ella tiene, y que no es sino Cristo”.

Actividades papales, liturgia y edades

El Papa también se reunió con el expresidente Fidel Castro, que fue educado por los jesuitas cuando era niño y luego se convirtió en un revolucionario. La reunión se produjo en la sede de la Nunciatura Apostólica, se extendió por unos 30 minutos y el expresidente cubano consultó al Santo Padre sobre temas que van desde las actividades propias de un Papa hasta los cambios en la liturgia de la iglesia, según el vocero del Vaticano, Federico Lombardi. También bromearon sobre sus edades. Castro tiene 85 años, y el Pontífice 84. El Papa dijo: “soy anciano, pero puedo todavía realizar mi deber”.

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