El menor violado por sacerdote intentó suicidarse

El reloj aún no marcaba las 10:00 de la mañana y desde el primer piso del edificio se escucha una discusión que se desarrolla en la tercera planta.

El reloj aún no marcaba las 10:00 de la mañana y desde el primer piso del edificio se escucha una discusión que se desarrolla en la tercera planta.Un joven elegante y de estatura promedio sale molesto de uno de los departamentos, un poco aturdido y algo nervioso. Es T.R.V., quien en el 2003 fue violado sexualmente por el sacerdote Domingo Aurelio Espinal Reynoso.

Desde aquel momento su vida ha cambiado radicalmente, aunque lo ha intentado, no ha podido continuar sus estudios y hasta  ha atentado contra su vida y ni las terapias psicológicas han podido lograr que supere esa situación ni borrar esa marca de su vida.

El ambiente se siente tenso, muy diferente a la morada del sacerdote donde todo parece estar en calma y aunque no se encontraba en el hogar, Luis Manuel, quien dijo ser su hermano, asegura que volverá porque esa es su casa y ahí vive.

El pasado viernes el juez suplente de la ejecución de la pena de la provincia Santo Domingo, José Bautista, dictó una orden para arrestar al religioso y que cumpla la pena de 15 años que le fue impuesta en el 2009 por violar al menor.

Teme por su vida

Al padre de T.R.V. le tiemblan las manos al hablar y, como su hijo, luce nervioso.  Hasta un momento había reinado la paz pero el pasado fin de semana se enteraron de que  Espinal estaba en la calle.

“Yo no quiero que ese tema se toque en mi casa, yo no quiero hablar de ese tema, yo quiero que me dejen mi vida tranquila. Es mi vida que está corriendo peligro, ustedes no saben cómo es que hacen los padres que pican a la gente cuando lo van a meter preso y/o lo van a condenar. Cuando me recuerdan eso me recuerdan mi pasado”, gritó el joven a un equipo de elCaribe mientras sostiene un cigarrillo en la mano.

Con rabia continuó diciendo “yo duré dos años de vivir en persecución que yo no podía salir a la calle pensando que me iban a matar, yo tengo más de cinco años, gracias a Dios, que estoy tranquilo de mi mente, ya por favor no quiero recordar ese pasado”. Visiblemente acongojado, el padre del menor dice: “tú no sabes los problemas que ese tipo le causó a ese niño, el otro año se iba a matar. Yo creí que él (el cura) estaba preso, yo estoy nervioso y mi hijo está paranoico”.

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