La imperiosa necesidad de generar divisas

Una de las obvias necesidades de nuestro país, paradójicamente poco aireadas, es la de aumentar significativamente la generación de divisas. Desde el 2000 al 2014 hemos más que triplicado el valor total de nuestras exportaciones, pero en igual…

Una de las obvias necesidades de nuestro país, paradójicamente poco aireadas, es la de aumentar significativamente la generación de divisas. Desde el 2000 al 2014 hemos más que triplicado el valor total de nuestras exportaciones, pero en igual período hemos multiplicado aún más las necesidades en materia de moneda dura.

Dos exitosos pilares: Zonas Francas y Turismo, junto a las remesas que los dominicanos remiten a sus familiares, constituyen el grueso de los productores de moneda dura y a ello hay que sumar las exportaciones en minería. Pero en el balance general somos importadores netos y los acuerdos que han comprometido el país en materia de importación-exportación, tienen balance negativo para Dominicana.

Se trata de generar una amplia cultura exportadora, que va en contra de la propia cultura criolla: una trata de crear condiciones facilitadoras que procuren aprovechar las ventajas comparativas y el valor agregado y la otra, complicar lo simple y fluido.

Impuestos, ineficiencias y trabas no pueden ser vendidas en el exterior y se trata de una feroz lucha de mercados. Solo con una íntima unión entre gobierno y sector privado, como generadores de riquezas, puede lograrse identificar necesidades externas para suplirlas localmente y esto con una apreciable dosis de optimismo, entendiendo que el gobierno de Danilo Medina ha propiciado condiciones que bien pudieran catalizar este proceso.

Hemos sido testigos de cómo la industria local ha ido perdiendo el propio mercado nacional e incapaz de competir, lo abandona ante la fuerte embestida de productores externos. Baste visitar un negocio cualquiera para encontrar una aguda escasez de marcas nacionales.

Cuando identificamos exitosos ejemplos, que han podido superar la infinita cadena de obstáculos que se presentan a toda aventura productiva, renace la esperanza de potenciar la capacidad productiva y compromete a contribuir en el proceso de fortalecer empresas y estimular proyectos.

La clase política, salvo honrosas excepciones, ha actuado a contrapelo de las necesidades de crear condiciones que hagan atractiva y sin traumas, la actividad productiva. Se precisan atractivos, para estimular al capital, al intelecto y a la aventura comercial, para intentar colocar productos criollos en mercados ajenos, que ya no resultan de nadie más, que de quien los satisface.

Con una maravillosa experiencia reciente, de la visita a las instalaciones de Risek Cacao, en San Francisco de Macorís, entendemos cómo se integra lo agrícola a lo fabril en un importante rubro de exportación. Además, elaboran y comercializan chocolates de fina calidad y compleja elaboración, con marca propia, que satisface paladares y produce orgullo nacional. Esta empresa ha colocado a nuestro país en el mapa del cacao con calidad superior, lo que ha hecho que varias marcas internacionales lo utilicen para productos merecedores de premios. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas