Extranjeros huyen para evitar la justicia

Cometer delitos graves en República Dominicana para luego huir hacia su país de origen parece el método de preferencia de los extranjeros cuyos Estados no extraditan a sus nacionales, para librarse de la justicia dominicana.

Cometer delitos graves en República Dominicana para luego huir hacia su país de origen parece el método de preferencia de los extranjeros cuyos Estados no extraditan a sus nacionales, para librarse de la justicia dominicana.El exnuncio apostólico, Jozef Wesolowski, el exsacerdote polaco Wojciech Waldamar (padre Alberto Gil) y ahora los dos pilotos franceses Pascal Jean Fauret y Bruno Armand Víctor Odos, son los casos más sonoros o recientes en los dos últimos años.

La salida de esos nacionales, cuyos países pese a tener convenios o tratados con Dominicana tienen por regla no extraditar a sus ciudadanos a otro Estado para responder por infringir la ley, ha sido altamente cuestionada e investigada, ya que para ello se presume que contaron con el apoyo de ciudadanos dominicanos.

Alberto Gil, conocido como el cura de Juncalito, fue condenado en Polonia a siete años de prisión tras encontrársele culpable de violar a varios niños de la comunidad que lleva ese mismo nombre y donde ejercía su misión religiosa.

El exsacerdote se fue a Polonia junto a varios niños u otro adulto, pero no regresó aparentemente porque ya estaba informado de que en los aeropuertos de Puerto Plata y Punta Cana lo estaban esperando para arrestarlo y someterlo a la justicia.

De haber sido enjuiciado en República Dominicana habría enfrentado una pena mayor, ya que el Código Penal establece hasta 20 años de reclusión y pago de una multa de 100 a 200 mil pesos a las víctimas, mientras que en Polonia la máxima es de 15 años.

Wesolowski, quien falleció previo a ser juzgado por el abuso sexual contra varones menores de edad, fue destituido del cargo y llevado a la Santa Sede tras haberse confirmado las acusaciones contra él.

El exnuncio no fue traído a República Dominicana pese a la insistencia de la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, por la sencilla razón de que el Vaticano tampoco extradita.

Pilotos

Jean Fauret y Víctor Odos, quienes salieron del país burlando los organismos de seguridad y violando el impedimento de salida que tenían tras haber sido condenados a 20 años de prisión por narcotráfico, tampoco volverán a República Dominicana. Francia, Estado en el cual ahora también se encuentran presos, pero no por los mismos cargos por los que fueron condenados aquí, dijo que no los extraditará.

El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, expresó que una vez se conozca el recurso de apelación que ellos interpusieron junto a los otros condenados, solicitará orden de captura internacional para ellos, a los fines de que se vean obligados únicamente a permanecer en esa nación.

De acuerdo a las autoridades, en ese caso no todo está perdido, pues existe la posibilidad, gracias a uno de tres acuerdos existentes entre ambos Estados, de que los dos prófugos cumplan en Francia los 20 años a los que fueron condenados por el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.

Los pilotos fueron arrestados en marzo del 2013 en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana por intentar sacar del país 700.49 kilos de cocaína en un jet privado. Por ese mismo caso fueron condenados otros dos franceses y cuatro dominicanos.

Otro caso
Ambiorix Nepomuceno, el presunto asesino de la abogada Paola Languasco, no será extraditado por el momento desde España, pues si bien es cierto que esa nación extradita a sus nacionales, Nepomuceno tiene un proceso judicial abierto allá.

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