La moda, parte de los cambios sociales

Cada generación cuenta con características que la “marcan”, es decir, que presentan movimientos que influyen en el pensamiento y la filosofía de vida de quienes les ha tocado determinada época.

Cada generación cuenta con características que la “marcan”, es decir, que presentan movimientos que influyen en el pensamiento y la filosofía de vida de quienes les ha tocado determinada época.Un aspecto que para algunos representa la vanidad en su máxima expresión o que consideran no tiene importancia, es la moda, de la cual nadie puede escapar ( incluso aquel que reniega de ella).

Su influencia es palpable en las calles, donde las personas caminan como lienzos andantes, pues usan las cosas con las que se identifican y, por ende, es una muestra de cómo piensan (conservadores, atrevidos, alternativos, pasivos, bajo perfil, llamativos, neutros… pues cada estilo de vestir habla por sí solo).

Pero… ¿la moda también es presión social? De acuerdo a conocedores de moda y psicólogos, esta puede influir en el individuo que busca pertenecer a un determinado grupo, siendo la juventud la responsables de “iniciar” tendencias, quizás, con el fin de encontrar una autenticidad inexistente.

Con relación al tema, Carlos Andújar, sociólogo, profesor de la UASD de Sociología, considera que la moda y el arte, son las grandes vanguardias del cambio social, porque rompen esquemas y sacuden patrones, sobre todo, conservadores. “No las satanizo, las veo como movimientos de avanzada a los cambios sociales”, expone.

La moda se “recicla”

“La moda refleja los nuevos o viejos tiempos, pues a veces la moda vuelve al pasado, como forma de cuestionar el empobrecimiento de lo contemporáneo o su poca creatividad. O simplemente, un reconocimiento a lo bueno que fue determinada época…Los 60, finales del siglo XIX, lo barroco, lo psicodélico, el art pop, etc.”, agrega Andújar, quien considera que la identificación de la moda se relaciona a la necesidad de ser tomado en cuenta por el otro.

También es la moda una manera de presionar la personalidad y forjar personalidades, dice Andújar, “pues en la medida que eres capaz de ponerte algo, sobre todo llamativo, reafirmas tu personalidad, tu ego y tu autonomía, sin omitir que hay quienes lo hacen, sencillamente, para estar al grito del momento, sin convicción propia, reflejando todo lo contrario: una personalidad débil y frágil en lo relativo a tus reales deseos”.

Para el psicólogo Ramón Emilio Almánzar, la moda no necesariamente tiene una influencia en la gente. “Para mí es una influencia publicitaria que utilizan las empresas de la moda para crear necesidades personales, fundamentándose en la aceptación social de los grupos”.

“Desde hace un tiempo las sociedades occidentales han perdido un referente de moda estrictamente cultural, y se ha globalizado el patrón de vestir. Por tanto, la identidad, respecto a la moda, no es un fenómeno individual, sino, más bien, una conducta social. Naturalmente que el individuo existe como tal y por eso hay modalidades individuales de uso, diseños, apropiaciones individuales de la moda que impregnan un sello propio y rasgos de personalidades que se traducen en la manera de vestir y de ajustar la moda del momento a la personalidad individual”, explicó Andújar.

Se busca referencia

“No obstante, los “yoes” y otras maneras de vestir, traducen un discurso contestatario que ha acompañado a la moda y que no sale de los grandes centros del diseño internacional, sino de los rincones sociales donde se producen situaciones sociales conflictivas, como los “hippies” que inventaron sus estrafalarias maneras de cuestionar el estatus quo en los años 60 del siglo pasado, los “cadenuses”, los “hevy metal”, los “rastaf”, o los “cabezas rapadas” de Europa, entre otras manifestaciones de contracultura, y que encuentra en la moda sus íconos referenciales”, dice Andújar.

En el aspecto económico, el dominicano es pretensioso y brega mucho con el pelo y la ropa, se endeuda más de lo debido, considera el sociólogo.

“En otras sociedades, no hay tanta atención ni a la ropa ni a la moda propiamente. En Estados Unidos, la principal sociedad del capitalismo, los americanos, en sentido general, visten como quiera, los europeos son más exigentes con la ropa. En el caso de los dominicanos, se gasta mucho dinero en ropa y eso le genera sobregastos a su presupuesto, eso es verdad. Por tanto, la informalidad es la más idónea de las modas…sin pensar en marcas, ni atavíos formalistas”, concluye.

No “pierdas la cabeza” por estar a la moda

Todos quieren ser aceptados, por lo que Ramón Emilio Almánzar considera que el querer llevar determinadas prendas y estilo es un asunto de buscar aprobación social.

En el camino, asegura el experto de la conducta humana, “las personas en este afán de querer estar actualizados y pertenecer al grupo, van perdiendo su identidad y posiciones personales respecto a lo que realmente les gusta”.

“Esto crea inseguridades como persona, respecto a su identidad y su posición en cuanto al grupo que pertenece”, agrega Almánzar, quien dice que lo importante es salirse del esquema de la prisa, dejar espacio para enfocarse en las cosas que realmente son del gusto personal, y cuáles son del gusto grupal. Y es que el deseo de estar “in”, provoca desgaste emocional, pérdida de la conciencia como persona, ansiedad, estrés, deudas económicas y, en algún momento, hasta se puede desarrollar una patología a nivel mental, en casos extremos hasta delirios, según Almánzar.

El dominicano es pretencioso y brega mucho con el pelo y la ropa, se endeuda más de lo debido…”
Carlos Andújar
Sociólogo

Las personas en el afán de querer estar actualizados y pertenecer al grupo, van perdiendo su identidad… ”
Ramón Emilio Almánzar
Psicólogo

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