BARCELONA — Tras una semana de críticas, Cristiano Ronaldo marcó un triplete el sábado y el Real Madrid remontó para golear 4-1 en cancha del Alavés, y asegurarse una semana más el liderato de la liga española.
El cuadro blanco cuenta 24 unidades por la décima fecha y le escolta transitoriamente el vecino Atlético de Madrid, que venció 4-2 de local al Málaga y rebasó en la clasificación al Sevilla, después de que el equipo dirigido por el argentino Jorge Sampaoli empatara 1-1 ante el Sporting de Gijón al arranque de la jornada.
Moi Gómez equilibró de volea a los 20 minutos el tanto a los cuatro del argentino Luciano Vietto por el Sevilla, que iguala los 21 puntos del Atlético.
Barcelona, tercero con 19 unidades, rebasaría a ambos en caso de vencer a continuación al visitante Granada, y lo mismo podría hacer Villarreal si gana el domingo al Eibar.
Yannick Carrasco (7 y 86) y Kevin Gameiro (24 y 44) marcaron sendos dobletes por el Atlético, que se sobrepuso a la expulsión de Stefan Savic (60) y los tantos de Sandro Ramírez (31) e Ignacio Camacho (64) por el décimo clasificado Málaga.
Cristiano fue blanco de las críticas después de que su exceso de individualismo pusiera en peligro la victoria del Madrid la fecha anterior ante el Betis. Frente al Alavés, el astro portugués respondió con tres dianas -una de penal- (17, 33 y 88), que anularon el tanto inicial del brasileño Deyverson (7) por el equipo que dirige el argentino Mauricio Pellegrino.
Pero la fiesta no fue completa para el goleador, quien falló otra pena máxima a los 78, y tampoco para el Madrid, que encajó gol por noveno partido seguido.
«Cristiano estaba enfadado porque vive de los goles», expuso el lateral madridista Marcelo.
Si Cristiano celebró su tercer, cuarto y quinto gol liguero, Alvaro Morata (84) salió desde la banca y añadió también el tercero de su cuenta particular para tumbar al recién ascendido Alavés, que clasifica momentáneamente 13ro con 10 puntos.
La afición local vistió de gala el estadio vitoriano ante el regreso del Madrid 11 años después, y la fiesta empezó con gol de Deyverson, quien penalizó la lentitud de la defensa «merengue» al controlar y rematar un centro raso de Theo Hernández.
Ni el central Raphael Varane y el arquero costarricense Keylor Navas se vieron bien en la jugada, y la zaga visitante sufrió un segundo mazazo con la lesión de Pepe, relevado por Nacho Fernández.
Al Madrid le bastó el empuje de Cristiano para voltear el marcador antes del descanso. El portugués forzó una falta cerca del área que derivó en penal por mano de Deyverson, y transformó sin apuros la pena máxima.
Nivelado el marcador, Cristiano fue por el segundo y lo encontró con algo de fortuna al soltar un derechazo lejano que desvió en el defensor Zouhair Feddal.
La segunda mitad fue pareja a la primera, con un primer arreón del Alavés, que no cantó gol porque Navas le ganó un claro mano a mano a Víctor Camarassa, y la tensión creciente acabó en la expulsión de Pellegrino antes de que Cristiano provocara un nuevo penal fallado por él mismo.
Salió Morata para finiquitar el choque, y el canterano subió el tercero con un globo al primer toque tras balonazo de Marcelo. Pero la tarde era de Cristiano, insaciable perseguidor del «hat-trick», que consiguió tras combinar con el brasileño y fusilar sin piedad al arquero.
«Tiene paciencia y lo está demostrando en el campo», valoró el técnico, Zinedine Zidane. «Fue muy bueno en todos los aspectos. Estoy muy contento con su actuación».
El Atlético no tardó en avanzarse a un inestable Málaga, y Carrasco cruzó de zurdas una profundización de Antoine Griezmann, tan valioso de goleador como asistente.
El francés rozó diana con un cabezazo alto antes de que Gameiro subiera el segundo al aprovechar un mal rechace defensivo, y Ramírez acortara distancias con una comba endiablada de tiro libre directo, que sorprendió a Jan Oblak.
Pero antes del descanso, volvió a emerger la dupla francesa que forman Griezmann y Gameiro para subir el tercero del Atlético, en magnificada dejada aérea del primero para el segundo, quien sorteó al venezolano Mikel Villanueva y disparó raso a la red.
Gameiro continuó como un rayo en la reanudación pero, al igual que Griezmann, se vio negado por el arquero Carlos Kameni. La expulsión de Savic alteró el panorama rojiblanco, ennegrecido posteriormente con el gol de cabeza de Camacho por el Málaga.
El colchón casi lo amplió Carrasco con un tiro libre al travesaño, pero debió esperar a cruzar un derechazo al contragolpe para sentenciar a los visitantes, que también acabaron con diez por tarjeta roja al uruguayo Gonzalo Castro (88).
