La gente común, esa que está agrupada en el núcleo de los no eruditos ni de boticas populares, que no conoce de cálculos estructurales ni de principios de flotación, ya está comenzando a pronosticar malos augurios para el puente flotante, esa estructura de emergencia a la que acudió el Estado como mecanismo provisional para descongestionar el tránsito vehicular desde la capital hasta el municipio Santo Domingo Este, y viceversa. Las frecuentes salidas de operaciones de esa estructura, ha hecho a muchos creer que no aguanta más. El temor popular es que el puente no pueda mantenerse a flote y haya un mal final. ¿No sería prudente adelantar rápido el reemplazo, antes de que zozobre?
¿Hasta cuándo flotará?
La gente común, esa que está agrupada en el núcleo de los no eruditos ni de boticas populares, que no conoce de cálculos estructurales ni de principios de flotación, ya está comenzando a pronosticar malos augurios para el puente flotante,…