¿Por qué debo consumir nutrientes antioxidantes?

Para contestar esa pregunta, vale iniciar hablando un poco del oxígeno. Todos sabemos que bastarían unos minutos sin respirarlo para morir. Los alimentos tienen oxígeno, es el tercer elemento más abundante en la naturaleza y el componente mayoritario&

Para contestar esa pregunta, vale iniciar hablando un poco del oxígeno. Todos sabemos que bastarían unos minutos sin respirarlo para morir. Los alimentos tienen oxígeno, es el tercer elemento más abundante en la naturaleza y el componente mayoritario de la masa de los seres vivos.

Junto a esas bondades, el oxígeno es un elemento altamente corrosivo y reactivo, forma compuestos óxidos con casi todos los demás elementos. ¿Qué pasa con una cuchara o cualquier otro utensilio de metal si lo dejamos afuera, al aire libre?

¿Por qué si pelamos una manzana al ratito se pardea o se ennegrece? En ambos casos, la respuesta es la misma: la oxidación por la interacción con el oxígeno. Los ejemplos comunes son muchos.

Del oxígeno las células fabrican energía, pero este metabolismo oxidativo genera concomitantemente unas moléculas muy inestables y reactivas, son los muy mencionados “radicales libres”.

Estos compuestos, aunque cumplen cierto cometido positivo contra virus y bacterias, en forma general pueden considerarse unos verdaderos chicos malos, pues causan el envejecimiento y daños a las células que se manifiestan como enfermedades degenerativas y cáncer.

Mientras necesitemos oxígeno, habrá radicales libres en nuestro cuerpo. Además también pueden ser incorporados a través de los rayos ultravioleta del sol, el cigarrillo o de contaminantes ambientales.

Contamos con mecanismos endógenos –ciertas enzimas y proteínas-, para “mantener a raya” los radicales libres y así fomentar un nivel equilibrado de estrés oxidativo en nuestro cuerpo.

Estas defensas naturales se van reduciendo al paso del tiempo, pero contribuiremos a prolongar más su actividad llevando un estilo de vida favorable al combate de los radicales libres en vez de incentivar su exceso.

Aquí entra en juego el tema de los “antioxidantes”, que tal cual su denominación, son los nutrientes que nos ayudan a luchar contra la oxidación celular causada por los radicales libres.

Los mayores antioxidantes son las vitaminas A, C y E, amén de algunos minerales. Una dieta con una suficiente provisión diaria de frutas y vegetales verdes así como nueces y granos integrales, nos aportará los nutrientes para combatir radicales libres.
Al propio tiempo que mantenemos una dieta alta en antioxidantes, debemos cuidar no consumir los elementos que más contribuyen a incrementar los radicales libres, como son el fumar y alto consumo de grasas saturadas.

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