Minería, sociedad, agua y ambiente

Por siglos, la industria minera ha tenido la responsabilidad y la obligatoriedad de aportar a la sociedad los combustibles, los metales y los materiales que han impulsado el desarrollo industrial, urbano, científico, tecnológico y médico que le…

Por siglos, la industria minera ha tenido la responsabilidad y la obligatoriedad de aportar a la sociedad los combustibles, los metales y los materiales que han impulsado el desarrollo industrial, urbano, científico, tecnológico y médico que le han permitido a la sociedad obtener carbón mineral, gas natural, gasolina, gasoil, lubricantes, minerales metálicos, instrumentos médicos, minerales no metálicos y materiales de construcción, sin los cuales el mundo de hoy sería muy similar al mundo del paleolítico inferior, y nadie, absolutamente nadie, podría disfrutar del confort del cual todos los seres humanos disfrutamos al día de hoy.

Todas las sociedades se han emplazado a orillas de grandes ríos para poder tener acceso al agua potable, sin embargo, los cementos, las tuberías metálicas y las tuberías de PVC construidas con materiales aportados por la minería han permitido a la sociedad de ayer, y a la sociedad de hoy, transportar agua potable desde grandes distancias hasta los principales núcleos urbanos, facilitando las mejorías en las condiciones de vida, pues uno de los indicadores de mejoría en las condiciones de vida del ser humano es el acceso al agua potable dentro del hogar, y eso sólo se logra gracias a los metales, a los plásticos y a los cementos que aporta la industria minera, pues si no existiera la minería todos tendríamos que vivir a orillas de los ríos para proveernos de agua potable, y millones de personas morirían anualmente con las crecidas de los ríos y por la alta contaminación de esos ríos.

La indispensable agricultura que provee nuestros alimentos nunca habría alcanzado el nivel de eficientización y rendimiento que hoy se logran gracias a los metales, plásticos y cementos aportados por la industria minera para implementos agrícolas, para sistemas de irrigación por canalización, por aspersión o por goteo, y para mecanización de las cosechas, permitiendo que la agricultura moderna sea mucho más productiva y efectiva para garantizar alimentos para 7 mil millones de personas de todo el planeta, y sin los materiales aportados por la minería la sociedad de hoy podría estar atravesando por una gran hambruna.

Los avances en ciencias de la salud, en imágenes de última generación y en cirugías nunca se habrían logrado sin los metales y minerales aportados por la minería a la medicina, pues la tecnología de imágenes de resonancia magnética, radiografías de rayos X, sonografías, tomografías axiales, endoscopías, microscopía, equipos de laboratorios para analítica clínica, medicamentos, etc, así como la robótica médica, dependen de materiales aportados por la minería, y sin esos avances, millones de personas morirían anualmente como ocurría siglos atrás cuando las pandemias producían millones de muertes en diferentes partes del mundo.

Sin los combustibles y metales aportados por la minería no habría transporte rápido, y quizás todavía utilizáramos carruajes y caballos para transportarnos de un lugar a otro y llevar alimentos y agua potable de una zona a otra, sin embargo, los vehículos de motor, construidos con metales mineros, accionados por combustibles mineros y moviéndose en carreteras construidas con materiales mineros, han acortado el tiempo necesario para ir a los centros de trabajo, a las escuelas, a los hospitales y a las zonas productoras de alimentos, del mismo modo que sin los metales preciosos mineros no hubiese sido posible la telefonía celular y satelital de la cual el mundo hoy puede disfrutar, junto a la radio, a la televisión, a la estufa, al microondas y al refrigerador.

De ahí que no es cierto que la minería sea enemiga del medio ambiente, ni es cierto que si hay minería no habrá agua, pues en realidad la minería siempre ha sido la mejor aliada del medio ambiente y de las fuentes de agua, ya que si la industria minera no hubiese aportado el carbón mineral, el petróleo y el gas natural, ya habríamos eliminado los bosques para obtener la leña y el carbón vegetal que antes servían como fuentes de energía y combustibles para cocinar los alimentos, y si la minería no aportara gravas, arenas y cementos para la industria de la construcción, seguirían los aserraderos talando bosques para obtener madera para nuestras viviendas.

Todos los ambientalistas sabemos que entre 1930 y 1960, cuando en Rep. Dominicana no había minería, los aserraderos y la tala para leña y carbón vegetal eliminaron casi el 70% de la cobertura forestal nacional, es decir, eliminaron unos 32,000 kilómetros cuadrados de bosques, equivalentes a 3.2 millones de hectáreas boscosas, sabiendo que con la eliminación de los bosques se reducen las lluvias, y con la reducción de las lluvias se reducen los caudales de los ríos, y al secarse los ríos la gente tiene que migrar a otros territorios con agua, siendo evidente que la minería es la única industria que aporta los combustibles y materiales de construcción que han disminuido la depredación de los bosques que garantizan los caudales de los ríos que nos abastecen de agua, y que si no hubiesen combustibles mineros, ni materiales de construcción aportados por la minería, ya habríamos terminado de talar los bosques para nuestra supervivencia y quizás ya no tendríamos ríos con agua para continuar la supervivencia, convirtiéndose en una paradoja existencial que algunos no quieren aceptar. l

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