El Hombre que se Regaló Chocolates es el título de la colección de cuentos y relatos publicados por Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo emérito de la arquidiócesis de Santiago, con el sello de la Editorial Santuario. Acercarse al libro podría iniciar con la sospecha de que se trata de escritos esencialmente religiosos propios de un dominicano que ha consagrado su vida al servicio eclesiástico. No obstante, la sorpresa es que se trata de un trabajo en el que el arte narrativo, como género literario, está por encima de lo que pudiera interpretarse como una escritura instrumentalizada al servicio de los dogmas católicos.
Se descubre en El Hombre que se Regaló Chocolates un esfuerzo por el manejo estético de la palabra, sin renunciar al mensaje humanístico, en una época atrapada en las secuelas del “capitalismo salvaje” que denunciara San Juan Pablo Segundo, convencido de que el mundo se alejaba cada día más de la solidaridad social característica del auténtico discurso de Jesús.
De la Rosa y Carpio, quien realizara una labor literaria en el Obispado de La Altagracia, provincia de la que es originario, retoma la línea iniciada con Navidades Nuestras, opúsculo publicado en la década de los años 80, cuando su figura, todavía juvenil, era alma vida y corazón de los Concursos Literarios de esa Diócesis.
El cuento que da nombre al conjunto es una parábola que hace recordar el estilo hiperbólico del guatemalteco Augusto Monterroso, con una crítica demoledora al egoísmo que conduce a muchos a la riqueza corrompida, chocolate que termina convirtiéndoles en globos oscuros que luego se tornan en hoyos estratosféricos, alejados de una vida sana en los linderos de la familia humana.
Esta reciente obra literaria de Monseñor de la Rosa tiene como unidad temática el mensaje a los jóvenes lectores para que luchen por una sociedad digna y solidaria.
