Tal como se circunscribe en el título de este texto, debemos reiterar que: “nada es al azar”, pues, sin lugar a dudas, además del concepto al que remite la sola expresión, a esto se suma el hecho de que la misma recoge el grueso de obras expuestas en la Galería AMICUS de los artistas Aquiles y José Azar. De modo que padre e hijo se unen para presentar una individual conjunta donde la línea pasa a ser el elemento esencial entre ambos creadores, empleada en sus más variadas expresiones como eje formal de toda composición en la que reina el dibujo.
Tener de frente las obras de estos artistas, permite confirmar que un trabajo es consecuencia del otro, sin que cada creador pierda su real autonomía al momento de expresar su sentir artístico y cosmovisión social. Uno más cargado, otro más sutil, así son los Azar, quienes dejan fluir de forma sistematizada el genio que llevan dentro.
En el caso de José Azar (José Ignacio Azar Billini), además de ser hijo del maestro Aquiles, es preciso reconocer que también es uno de sus discípulos más aventajados, sobre todo si del dibujo se trata. Naturalmente, el primero, aunque intenta seguir los pasos de su padre, su espíritu joven y revolucionario le ha guiado a mostrar una obra más volumétrica, contestataria, pero, sobre todo, de mayor colorido.
Ahora bien, se podría decir que en la familia Azar, el arte es una especie de código genético que va trascendiendo de generación en generación, donde sus exponentes nos regalan una explosión estética por medio de la cual se conjuga lo onírico, lo espacial, y hasta lo sentimental. No dejen de asistir a esta fascinante muestra donde la línea y el color dinamizan los universos de Azar padre y Azar hijo, reinando un poco de todo, porque así como nos topamos con el realismo propio del maestro Aquiles, nos encontramos con la figuración y abstraccionismo de José en una simbiosis que es, a su vez, sublime. La cita es en la C/ Octavio Augusto Mejía Ricart No. 104 del Ens. Alma Rosa, Sto. Dgo. Este.
