Cuatro días después de haber cumplido 24 años de edad, Carlina Alexandra Castro se suicidó, dejando a su familia, vecinos y amigos compungidos por la tragedia, ocurrida la tarde del domingo 4 de enero.Antes de quitarse la vida, la joven escribió una carta donde pide perdón a sus deudos y explica las razones de su decisión.
A pesar de la misiva dejada por Carlina, su padre, Juan Bautista Castro, no considera suficientes los motivos que llevaron a su hija a terminar con su vida ahorcándose en el closet de su habitación con la “tira” de una pijama. El hecho se produjo en la casa número 6, ubicada en la calle Quisqueya del sector Almirante Caña, en Santo Domingo Este.
Ese domingo Carlina, que cursaba el segundo cuatrimestre de Publicidad en la Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa), se sumó a los 81 casos de suicidios ocurridos en el país en lo que va de este año. El más reciente fue el miércoles 22. De esta cantidad, 17 fueron mujeres.
Según datos de la Dirección Central de Estadística y Cartografía de la Policía, de esas personas que se suicidaron en menos de dos meses, 42 utilizaron como método el ahorcamiento, que históricamente ha sido de las principales formas para quitarse la vida.
El pasado 18 de febrero la Policía reportó el suicidio por ahorcadura de Justo García Martínez, en Cotuí, y de Joan Manuel Rodríguez Castillo, en Baní, dos adolescentes de 13 y 15 años, respectivamente. Ese mismo día, Santo Castro Arias, de 33 años, se disparó en la cabeza, en su vivienda en Santo Domingo Este.
Pero el día anterior, la Policía informó que tres hombres y una mujer se habían quitado la vida. El método que utilizaron fue ahorcamiento y envenenamiento.
Las cifras oficiales también dan cuenta que en el pasado año 2011 en el país se suicidaron 643 individuos, de ese total 332 también optaron por ahorcarse, 145 utilizaron armas de fuego y 123 se envenenaron. El 2011 ha sido el año en que más personas se han quitado la vida. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), desde el 2005 a la fecha los suicidios han ido en ascenso.
“Para cuando lean esto, yo ya estaré muy lejos”
Carlina se casó a los 17 años de edad con Ricardo Peña (Juancito), con quien procreó aWanner, un niño que ahora tiene tres años. Durante su relación de casi siete años, Carlina se separó en varias ocasiones de Juancito porque él le habría sido infiel.
Pero no fue hasta hace aproximadamente tres meses que su relación amorosa terminó definitivamente, porque la joven descubrió que su amado había embarazado a una de sus mejores amigas que, tras convertirse en su amante, fue la causante de muchos conflictos entre ambas familias. Familiares y allegados de la joven suicida la definen como una persona tranquila, inteligente, amistosa, cariñosa y “de poco hablar”.
“Ella era muy reservada, lo de ella solo lo sabía ella, eso sí”, afirma su madre, Carlita Ramos Vallejo, quien descubrió el cadáver colgando del tubo de metal del guardarropa. La señora afirma que la imagen de ese momento se le ha quedado grabada en la mente cual si fuera la escena de una película de terror.
“Fue algo bien fuerte, porque a mí me tocó descolgarla y cortarle la tira que tenía atada al cuello”, narra Juan Carlos Castro, el hermano mayor de Carlina.
La madre recordó que la noche anterior y tras recibir la visita de Juancito, Carlina estuvo llorando mucho. “La muerte de mi hija fue por la infidelidad deJuancito con la muchacha”, asegura la mujer. Al parecer eso fue lo que Carlina no pudo soportar y la salida de emergencia que encontró fue el suicidio. Así lo hizo constar en una carta que reza así:
“Perdónenme. Para cuando lean esto ya yo estaré muy lejos. Mami, te quiero mucho, tú siempre fuiste mi apoyo. A ti Juan (Padre) también te quise y a mi hermano que aunque no nos entendíamos mucho lo quise. A Wanner (hijo), que fue lo único bueno que me dio la vida, lo amo, pero mi dolor es tan grande que siento que ya llegué al límite. Juancito, te amo y te amaré desde donde quiera que esté, pero ya no puede ser, si no lo hacía así iba a terminar matándote a ti.
No sé si de verdad me quisiste pero lo dudé siempre porque cuando uno ama no es así, sino todo lo contrario. Te perdoné cosas que nadie las perdonaría por amor y tu nunca valoraste nada de eso. Que seas feliz con lo que tú llamabas mi obsesión; Nairobi”.
Causas del suicidio
La depresión, en sus diferentes manifestaciones clínicas, es el cuadro patológico que con mayor frecuencia se asocia a la conducta suicida. Especialistas en la conducta humana consideran que la mayoría de los casos de suicidios están estrechamente vinculados a un trastorno mental, de personalidad, alcoholismo, drogadicción o esquizofrenia.
Para el psicólogo Luis Rafael Serret, el suicidio es un acontecimiento fortuito del ser humano. Señala como factores de riego suicidas la imposibilidad de conciliar el sueño (insomnio) o necesidad de dormir demasiado (hiperinsomnio), el retraimiento, la tristeza, el llanto frecuente, el mal carácter e irritabilidad. Estas son una alerta de riesgos del potencial suicida.
“Las familias disfuncionales, los matrimonios precoces, los altos niveles de violencia y agresividad, los embarazos en la adolescencia, los conflictos con la pareja, con la familia, la crisis económica, los problemas escolares y de salud y la pérdida de los valores en la sociedad, ejercen una influencia negativa sobre el suicidio”, afirma Serret.
El psiquiatra Secundino Palacios, explica que el suicidio puede producirse por una alteración de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina del cerebro, lo que provoca cambios bruscos en el individuo. Sin embargo, entiende que hay factores sociales que inciden negativamente para que el individuo llegue a suicidarse.
El sociólogo José Antinoe Fiallo señala que los suicidios son fenómenos individuales que responden esencialmente a causas sociales. “La exclusión social, la pobreza extrema, la marginalidad y la inseguridad forman un drama que trae como consecuencia un aumento de la idea suicida entre los individuos”, afirma Antinoe Fiallo.
¿Por qué tantos?
Palacios entiende que el fenómeno del suicidio en el país va en ascenso y asocia ese crecimiento a una situación de índole biológica, psicológica, social y cultural. Explica que el suicidio está estrechamente ligado a las condiciones de vida de la gente.
“Lo que está ocurriendo en la República Dominicana es que el ser humano ha perdido las esperanzas, las posibilidades y los sueños de tener una vida digna, decente, donde pueda adquirir una vivienda, tener acceso a los servicios de salud, de educación, de alimentación, de recreación y al disfrute de la vida en plenitud”, asegura Palacios.
Cuando esas expectativas de bienestar se mueren, agrega el especialista, pues aumentan los desórdenes bioquímicos a nivel cerebral y de ahí el aumento significativo de la idea suicida como respuesta a su situación.
“La calidad de la vida del dominicano es algo dramático, la situación de inseguridad, el pánico colectivo, la condición humana en el país se ha degradado a los niveles más indignos”, apunta el siquiatra. “La acción hermosa de vivir se ha convertido para la mayoría de los dominicanos y dominicanas en una pesadilla”, acotó.
El aumento de los suicidios en el país también preocupa al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien llama a prestarle atención a la problemática.
“Indiscutiblemente hay una realidad, y es que muchas personas, la mayoría jóvenes, vergonzosa y penosamente deciden terminar con su vida. Hay que buscar las causas reales que están profundas y que son muy graves, para ofrecer soluciones a este problema de los suicidios”, dice el religioso.
El suicido es pecado
La mayoría de los pacientes con ideas suicidas buscan ayuda, lo expresan y lo manifiestan. Incluso, en el rostro de un individuo pueden encontrarse señales.
Otra señal es la hipomanía facial, que es la pérdida de expresión afectiva en el rostro. Otros escriben cartas y hacen llamadas que alertan sobre su inclinación suicida, cuadro clínico al que hay que prestarle atención.
En el aspecto religioso se califica el suicidio como un pecado, debido a que es el acto de quitarse la vida a sí mismo, lo que equivale a violar el mandamiento que reza “No matarás” y que va en contra de la voluntad de Dios.
Salud Pública hace recomendaciones
El Ministerio de Salud Pública recomendó a la población tomar en cuenta que la depresión constituye uno de los trastornos o enfermedad del ánimo de mayor prevalencia. El ministro de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, exhortó a la ciudadanía a buscar ayuda profesional cuando cualquier familiar se vea afectado por un estado de abatimiento, infelicidad o cualquier otro síntoma depresivo que puede ser transitorio o permanente.
Señaló que un cuadro sintomático de la enfermedad incluye estados que afectan principalmente a la esfera afectiva, entre las que figuran la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida.
Rojas Gómez insistió en la importancia de que la población asuma con seriedad las recomendaciones, dada la realidad de que actualmente la depresión representa uno de los problemas de salud pública más frecuentes.
En tanto que los especialistas Serret, Palacios y Fiallo coinciden en que es necesario desarrollar estrategias preventivas para controlar el fenómeno suicida.
Consideran que desde las escuelas, iglesias, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, clínicas, hospitales, medios de comunicación y otros actores sociales deben ejecutarse acciones encaminadas a educar, transformar y mejorar la mentalidad de las nuevas generaciones para frenar el auge que ha cobrado el suicidio.
