La campaña electoral, que hasta hace poco transcurría en un ambiente de relativa tranquilidad, ha tomado un giro preocupante en los últimos días. La violencia verbal domina los discursos, y se teme que surjan manifestaciones de violencia física, como ha ocurrido en otros procesos, incluso en competencias menos reñidas que la actual.
Ante el brusco cambio en el ritmo de la campaña, parece que es el momento de que candidatos y partidos tomen medidas que permitan bajar la marea. El pacto por una campaña cívica y los cruces de agenda de los jefes de campaña son dos acciones aún pendientes, que estarían llamadas a contribuir a evitar enfrentamientos. Mientras tanto, los candidatos y otros actores importantes del proceso suben cada vez más el tono de sus discursos, en los que abundan las descalificaciones y acusaciones.
El pasado fin de semana, no solo Hipólito Mejía, candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), continuó con sus descargas en contra del Gobierno y el partido oficialista. También Danilo Medina, el candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que es más conservador y prudente en sus pronunciamientos, lanzó misiles a su oponente, a quien calificó como un “bufón desesperado”.
La corrupción
En la guerra verbal, el tema predominante es la corrupción. Peledeístas y perredeístas se acusan mutuamente de permitir, e incluso auspiciar prácticas corruptas en sus gestiones.
Precisamente en el fin de semana el debate sobre el tema llegó a sus máximos niveles, cuando Mejía, en los distintos escenarios en que se movió, hizo énfasis en la necesidad de sacar del Gobierno a los “corruptos” del partido morado.
También dijo que está dispuesto a debatir sobre el tema, no solo con su oponente, sino con el presidente Leonel Fernández y con la Primera Dama y candidata vicepresidencial, Margarita Cedeño.
Ante este desafío, Medina respondió que en abril habría un debate entre los candidatos y que ese escenario podría aprovecharse para discutir sobre corrupción y otros temas, aunque descalificó a Mejía para hablar de eso, señalando que cuando él tuvo de oportunidad para combatir ese flagelo no lo hizo.
Previo a estas declaraciones, varios dirigentes del PLD, entre ellos voceros autorizados como Temístocles Montás y Reinaldo Pared Pérez no solo aseguraron que hubo corrupción en la gestión de Mejía, sino que implicaron directamente al exmandatario, al denunciar que sus negocios habían quebrado antes de llegar a la Presidencia, denuncia que fue reforzada ayer por la Fuerza Nacional Progresista (FNP), un partido aliado al PLD que se caracteriza por utilizar la campaña negativa, que otros llaman “campaña sucia”.
Las encuestas
No hay dudas que la violencia verbal que ha estado marcando el ritmo en la campaña tiene que ver con el hecho de que actualmente hay una lucha bien cerrada por el primer lugar en la preferencia del electorado, de acuerdo a los resultados de las encuestas.
De hecho, algunos sondeos colocan al candidato del PLD por encima; otros le otorgan ventaja al candidato del PRD y algunas presentan resultados que muestran un empate técnico. Un promedio de todos los resultados que se han publicado indican que el pleito está bien cerrado.
Precisamente, el sociólogo Alfonso Cabrera publicó un trabajo en el que no solo afirmaba que Medina y Mejía se encuentran en lo que él llama un “rígido empate”, sino que pronosticaba que si esa situación se mantenía así hasta el 20 de mayo, en el país podría producirse una “guerra civil”. Se trata de un planteamiento que a muchos podría parecer exagerado, aunque detrás de la advertencia hay un hecho insoslayable: este es, hasta el momento, el enfrentamiento más cerrado y competitivo de los últimos 16 años. Muchos ni siquiera recuerdan lo que es un proceso cerrado, tomando en cuenta que Mejía ganó ampliamente en el 2000, mientras Leonel Fernández también obtuvo victorias holgadas en el 2004 y en el 2008. Lo que se teme es que la violencia verbal de los líderes se traduzca en violencia física de los de abajo.
Reacciones
Si usted en ocho años no ha hecho una demanda, hágalo ahora. Pueden parar nuestra candidatura…”.
Hipólito Mejía
Candidato presidencial PRD
É l no tiene autoridad para debatir sobre corrupción… fue el jefe del gobierno más corrupto que ha tenido el país”.
Danilo Medina
Candidato presidencial del PLD
Con esta actitud, Danilo Medina confirma que no le importa ni le preocupa el problema de la corrupción”.
Luis Abinader
Candidato vicepresidencial del PRD
Es bueno que él sepa que los delitos de corrupción perimen después de los 10 años”.
Temístocles Montás
Dirigente del PLD
Los intentos para que la paz prevalezca
En medio de este ambiente caldeado, la Junta Central Electoral ha iniciado gestiones para que partidos y candidatos firmen un pacto en el que se comprometan a evitar insultos en lo que resta de campaña.
La Iglesia católica, representada en este caso por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y monseñor Agripino Núñez Collado, han apoyado la iniciativa.
Sin embargo, resulta sintomático que en el mismo momento en que se realizaba la primera reunión para tratar el tema, el candidato del PRD y el dirigente peledeísta y funcionario gubernamental Temístocles Montás se lanzaban “cajas y cajones”.
