Preocupa en Barahona cantidad de niños y enfermos mentales deambulan por las calles

Barahona.- Por las calles de esta ciudad circulan decenas de personas con problemas mentales, además de niños que duermen en aceras, bancos de parques  y otros lugares públicos, expuestos a todo tipo de peligro.

Barahona.- Por las calles de esta ciudad circulan decenas de personas con problemas mentales, además de niños que duermen en aceras, bancos de parques  y otros lugares públicos, expuestos a todo tipo de peligro.

Varios de los dementes muestran mucha agresividad, lo que mantiene intranquilos a los pobladores, quienes en ocasiones son atacados por estas personas que en especial dembulan por las calles de la parte céntrica de la población.

Los comunitarios siempre se quejan por esta situación ante las autoridades del Ministerio de Salud, judiciales, municipales y policiales, las que alegan no pueden hacer nada, debido a que no existe un centro especializado donde internar a los dementes y sean sometidos a rigurosos tratamientos médicos.

Las familias de esas personas con problemas mentales no los aceptan en sus casas por temor a que los agredan, por lo que optan en lanzarlos a las calles a vivir como puedan.

Tampoco se ocupan de llevarlos donde especialistas en la materia para que los sometan a tratamientos, mediante los cuales pueden mejorar las anomalías mentales.

«En la era del dictador Trujillo recogían los dementes en todo el país y lo encerraban el en el Manicomio del 28 en la ciudad capital», comentaron comunitarios.

Recordaron que en esa época, en ocasiones se premiaba con un par de pesos al que llevaba un demente a ese organismo.

Otros comunitarios que hablaron al respecto, lamentaron que en Barahona no haya un lugar donde albergar a esos pobres seres humanos.

Aquí tampoco existe una entidad que albergue a los niños de la calles, cuyo número se incrementa cada vez más, lo que muchos atribuiyen a la irresponsablidad de sus padres.

Los enfermos mentales, así como los niños desamparados duermen en azoteas, árboles, aceras,  bancos de lugares de recreación, en obras en construcción, pero otros lo hacen donde los sorprenda la noche.

Estos se mantienen de las sobras que los establecimientos de expendio de comidas y familias adineradas depositan en zafacones, de las frutas podridas que los ventureros botan en el mercado público, entre otros lugares.

Pero nunca faltan personas pobres, bondadosas y de buen corazón, que les sirven alimentos al momento que reparten la comida familiar y los enfermos mentales pasan frente a sus casas.

«A Barahona vienen a parar todos los dementes de la región Enriquillo, debido a que esta provincia es el centro de esta empobrecida zona y donde hay más medios de supervivencias para ellos», dijo el ciudadano Tomasito Espinosa.

En ocasiones, los enajenados mentales  han ocasionado heridas con palos y piedras a ciudadnos, incluyendo niños, cuyos padres enfadados les han propinado grandes golpizas.

Por Barahona han desfilado enfermos mentales muy conocidos por la comunidad, entre esto: El Loco Mecánico, Bobotico, El Loco Guerrillero, Paño Tibio, La Picúa, Millo Ojo de Tetera, Dendén, Capitán Makey, Chucha Paso Fino, Macholón, Matota, Bobolo, Fuegazo, Macaco, Chiflí, Chago, Loreto, El Pintura,  entre otros.

 

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