Además de las dificultades auditivas, causa problemas mentales, estrés, irritabilidad, insomnio y aumenta las posibilidades de un ataque al corazón

La contaminación sónica es un problema miedioambiental del que muchos ciudadanos aún no están concientes y otros, simplemente, contribuyen con él cuando de manera descontrolada tocan sus bocinas y/o utilizan mofles tan ruidosos que provocan que cualquier ciudadano se cubra los oídos con sus manos. Asimismo, están los dueños de las industrias, discotecas, fábricas, entre otras fuentes de trabajo, que no protegen al empleado del ruido que ocasiona la maquinaria que poseen y el grupo de personas “generosas” que les agrada poner música a todo volumen para toda la cuadra intranquilizando a los vecinos más cercanos.

Pero, ¿qué tan peligroso es exponerse a la contaminación sónica? Una parte de la población desconoce sus efectos en la salud, que no sólo se relacionan con la pérdida de la audición, sino también a otros como psicológicos y cardiovasculares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el ruido excesivo daña seriamente la salud humana e interfiere con las actividades cotidianas de las personas en la escuela, el trabajo, el hogar y durante el tiempo libre. El ruido puede perturbar el sueño, causar efectos cardiovasculares y psicofisiológicos, reducir el rendimiento y provocar respuestas molestas y cambios en el comportamiento.

Alrededor del 40 % de la población en los países de la Unión Europea padece un ruido del tráfico rodado en niveles superiores a 55 decibelio (db); un 20 % se somete a más de 65 db durante el día; y más del 30 % a más de 55 db durante la noche, cuando lo recomendado por la OMS en su nueva guía es de 40 decibelios como media anual del nivel de ruido nocturno.

Pérdida auditiva

Pamela San Martín, audióloga.

De acuerdo a la audióloga del Centro audiológico Acustia, Pamela San Martín, el primer paso que deben tomar las personas que trabajan en fábricas, industrias, discotecas… quienes están expuestos a decibeles muy fuertes de ruido, es usar protectores auditivos para evitar ser afectados en un futuro.

“Es probable que gente que estuvo expuesta a ruidos muy fuertes durante muchos años, por ejemplo, en una empresa textil o en una imprenta, hoy padezca un trauma acústico”, indica la especialista.

Además, cabe destacar que en la actualidad, el uso de audífonos ha incrementado, lo que también está causando daño auditivo debido a que los usuarios lo introducen en la cavidad auditiva y los ponen a todo volumen, dice San Martín. Ante esto, aconseja optar por aquellos que son de casco (van en la oreja).

Problemas psicológicos

Heidy Camilo, psicóloga.

Por otro lado, la psicóloga Heidy Camilo hace referencia de que la contaminación acústica provoca cefalea, ansiedad, molestia, irritabilidad y desconcentra al individuo e impacta negativamente la comunicación. “Podemos disfrutar sin comprometer la salud de nosotros y la del prójimo. Si somos conscientes, tendremos mejor calidad de vida”, señala. De igual manera establece que “si el vecino no nos deja dormir con una bulla y, en ese momento, uno trata de abordarlo, es probable que esto genere un conflicto que termine en un problema legal”, comenta.

Ruido y riesgo de infarto

Jenn Ramírez, cardiólogo.

Para analizar los efectos del ruido en la salud cardiovascular, el cardiólogo Jenn Ramírez hace reseña de que un grupo de investigadores de la Sociedad Danesa de Cáncer estudió 57.053 personas de 50 a 64 años. El trabajo, publicado en Plos One, tuvo una media de seguimiento de 9,8 años y arrojó como resultado que la exposición al ruido del tráfico se asoció significativamente con infarto al miocardio. El ruido o la contaminación acústica originado por el transporte, altera el cuerpo celular, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares tales como la hipertensión arterial, el accidente cardiovascular o la insuficiencia cardíaca, según un estudio publicado recientemente en el Journal of American College of Cardiology.

Recomendación

Hay un frase que reza que “los oídos se limpian con los codos”, es por ello, que San Martín llama a no utilizar hisopos ni palitos; y si trabajan en un ambiente ruidoso usar protectores auditivos que le reduzcan los altos decibeles.

San Martín explica que cuando el paciente asiste a una consulta se le hace una historia clínica para descartar patologías que se asocien a pérdida auditiva (lo cual se trata con el otorrinolaringólogo) o si el paciente ha utilizado algún medicamento ototóxicos, etc. Luego se somete a una evaluación de audiometría para ver el nivel de intensidad en la que está su pérdida auditiva y a qué tipo pertenece: conductiva, sensorial y mixta, y así indicarle el aparato que vaya acorde a su problema.l

Irritabilidad
La contaminación sonora puede ocasionar irritabilidad en las personas lo que puede derivar en un conflicto de violencia entre el afectado y quien provoca el ruido.

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