En ocho años este puesto le ha costado al Estado más de 200 millones de pesos

Llevan ocho años en el Congreso Nacional, pero todavía hay muchos dominicanos en el país y en el exterior que desconocen la existencia de los diputados de ultramar y su función.

Así lo confirman varios dominicanos consultados en el Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez a su llegada a República Dominicana donde viajaron con motivo de las fiestas navideñas.

La Constitución dominicana establece que en la Cámara de Diputados debe haber siete legisladores que representen a la comunidad dominicana en el exterior que sobrepasa los dos millones de personas.

“La figura del diputado de ultramar fue creada con el objetivo de que los cientos de miles de dominicanos que viven fuera del país tuvieran una representación, una voz en el Congreso de la República Dominicana, específicamente en la Cámara de Diputados”, explicó el diputado de ultramar Levis Suriel.

La iniciativa legislativa se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 que llama a promover y proteger los derechos de la diáspora dominicana. Esta figura del diputado de ultramar se introdujo en el año 2010 con la modificación de la Carta Magna y se comenzó a aplicar en el 2012.

“En la modificación de la Constitución de 2010, los políticos en el Congreso dominicano, aupado por el presidente Leonel Fernández, hicieron la propuesta de que se le diera una vocería, una representación al dominicano en el exterior en virtud de que son un soporte para la economía dominicana porque las remesas que se envían son la tercera de la columna económica del país, en ese momento hablábamos de cuatro mil millones de dólares al mes”, recordó el diputado de ultramar Marcos Cross.

Para darle forma a este proyecto, se creó la Ley 136-11 que tenía por objeto regular el voto de los dominicanos que residían fuera del país para la elección de los diputados que los iba a representar.

Se definieron tres circunscripciones electorales en el exterior. En cada circunscripción designaron dos y tres diputados, dependiendo de la cantidad de habitantes dominicanos.

En la uno, que es la que posee mayor número de dominicanos, está representada en la actualidad por los diputados Alfredo Rodríguez Azcona, Rubén Darío Luna Martínez y José Ernesto Morel; mientras que la circunscripción dos está representada por Adelis de Jesús Olivares Ortega y Levis Suriel Gómez y la tres por Ana Emilia Báez Santana y Marcos Cross.

La circunscripción uno abarca a Estados Unidos y Canadá. La dos engloba Centroamérica, el Caribe y La Florida y la circunscripción tres que comprende Europa, el continente Africano y Asiático, aunque en este último los dominicanos ejercen el derecho al voto solo en unos nueve países, entre ellos: España, Italia, Suiza, Holanda, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Inglaterra y Francia.

Cuál es el origen de estos diputados

Seis de los siete diputados de ultramar se encuentran en el cargo desde su creación. Solo la diputada Ana Báez ocupa la posición desde 2016. Todos tienen diferentes historias, pero coinciden en algo: viajaron al exterior en busca de una mejor calidad de vida.

“A raíz de mi llegada a Europa como migrante, llegué sin visa porque no había para entrar, con el pretexto de hacer una investigación, pero mi objetivo no era ese, mi vuelo me lo vendió Emely Tours por ocho días, mi objetivo era quedarme en España, buscando otros horizontes de seguridad personal y quizás de apertura económica, sin embargo la situación no era fácil, mi primer trabajo fue como vendedor de frutas ambulante. Luego como ayudante de plomería, peón de la construcción, pasé a ser camarero, administrador de locales nocturnos, finalmente monté mi propia empresa, una pequeña bodeguita en el populoso barrio de Cuatro Caminos en Madrid. A partir de ahí crecimos empresarial y económicamente”, explicó Cross.

Está prosperidad también la exhiben los demás. Azcona oriundo de San José de las Matas, emigró a Estados Unidos a los seis años, en donde puso varias bodegas, luego una cadena de supermercados y posteriormente abrió una compañía internacional de cigarros.

Rubén Luna nacido en Santiago en una familia humilde, emigró a los 15 años hacia Nueva York. En esa nación trabajó como empacador y delivery de supermercado, en donde posteriormente le proponen ser accionista y allí comienza su desarrollo como empresario.

José Morel es un administrador de Empresas y desde su llegada a Estados Unidos ha promovido los ideales de su organización política, el Partido Revolucionario Dominicano.

Adelis Olivares de San Francisco de Macorís, desde 2006 fundó en Puerto Rico una institución que brinda servicios a adultos y envejecientes con enfermedades especiales, sin distinción de nacionalidad. Pertenece al PRD desde los 18 años.

Levis Suriel es de Gaspar Hernández y nació en una familia humilde. Se radicó en Puerto Rico, en 1987. Es propietario y administrador de varios restaurantes en Santurce e Isla Verde. Es miembro del PLD desde 1994.

Ana Báez pertenece al PRD desde los 16 años. Es odontóloga de profesión y en el año 1990 decidió emigrar a España en donde continuó su militancia política.

Esta experiencia de vida obtenida fuera de República Dominicana fue tomada en cuenta para representar a la población que vive en el exterior.

¿Cuánto le cuesta al Estado estos diputados?

Contar con diputados de ultramar nos cuesta más de 25 millones de pesos al año, por lo que en ocho años la introducción de esta figura le ha salido al Estado por más de 200 millones de pesos.

El sueldo mensual de cada diputado de ultramar es de 175,474.65 pesos; a esta cantidad le suman 35,094.93 en Gastos de Representación; 45,000 en dieta y esta misma cantidad (45 mil) en viáticos por asistencia a las sesiones, los cuales, según informaciones obtenidas en la página web de la Cámara de Diputados, no debe exceder de ocho por mes.

“Pero había un salario de compensación de 87 mil pesos que también fue regulado del cual también se paga impuesto de la renta y el derecho a pensión que ya está oficializado, es decir que un diputado está ganando 262 mil pesos bruto de los cuales el 25 por ciento se los queda Impuestos Internos, ese es el salario del diputado oficialmente hablando, luego le pagan algo de gasolina que depende de la distancia, el monto me parece que va entre 15 y 25 mil pesos”, añadió el diputado Marcos Cross.

Los diputados de ultramar ganan igual que un diputado que representa a la población local con la excepción de que la Cámara de Diputados les paga los boletos aéreos para visitar los países que representan. Los viajes lo hacen a su criterio. “Viajamos cuantas veces sea necesario, mensual, cada 25 días, además estamos en contacto con las seccionales”, precisó el diputado de ultramar José Morel.

Algunas iniciativas aprobadas, otras declinadas

Durante los ocho años que lleva creada la figura del diputado de ultramar, han presentado varias iniciativas pero en muchas han debido unirse, olvidando el color del partido que representan, para lograr que tengan más fuerza y sean aprobadas. “Hemos hecho individual y conjuntas porque entendimos que al hacerlas individuales casi nunca se pudo concretar muchos proyectos que sometimos y en ese aspecto decidimos unirnos todos con el objetivo de que pudiésemos lograr objetivos”, destacó Levis Suriel.

“Hemos decidido marcar el camino unitario en proyectos que son fundamentales porque hemos propuesto leyes que nos han aprobado, pero otras se han caído en el Senado y otras las ha vetado el Presidente”, agregó José Morel.

Entre las iniciativas planteadas se encuentra la modificación de la ley que regula la importación de vehículos. “Logramos que de cinco años se subiera a ocho, porque en cualquier país un carro de diez años es un carro bueno. También modificamos la ley 459 con relación a las oficialías civiles para que funcionen como aquí, que puedan sacar su acta de nacimiento, casarte”, detalló Morel.

Asimismo, hicieron la propuesta de crear un Instituto del Dominicano en el Exterior. “Esta ley instituía la repatriación de los fallecidos gratuitamente, el retorno digno de los dominicanos porque muchos nos vamos queriendo volver. No se crea porque el Poder Ejecutivo mandó una ley copiada de la mía y de ahí sacan el retorno digno, la repatriación y crean solo la cultura y el deporte en el exterior y querían obviar la propuesta del diputado que sí conoce las necesidades del dominicano en el exterior, entonces crearon el Instituto del Dominicano pero como un articulado”, argumentó Cross.

Entre las iniciativas de la diputada de ultramar Adelis Olivares está la de asignar un bono en tierra para la construcción de un conjunto habitacional del dominicano en el exterior, para que los dominicanos construyan su vivienda de retiro al regresar al país y por otro lado, sometió un proyecto de resolución que instruye a la Comisión Permanente de Dominicanos en el Exterior realizar una investigación sobre la disposición de gravar con impuestos las cajas de alimentos y artículos usados, que a través de las empresas shipping, los dominicanos envían a sus familiares desde el exterior en calidad de donación y ayuda humanitaria.

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