Con la degradación de la víctima, el agresor o agresora busca establecer un vínculo de control, sumisión y dominio

En el maltrato verbal, el agresor insulta a la víctima, la degrada, la ridiculiza, la descalifica y la compara con otras personas siempre con la intención de ofenderla. Esto abarca desde frases descalificadores tales como loca, estúpida, idiota, no sirves para nada, hasta palabras degradantes sobre el cuerpo y sobre la familia de origen de la víctima, indica Heidy Camilo, especialista en violencia intrafamiliar, terapeuta de pareja y sexóloga, en Centro Vida y Familia.

“Recordemos que todo este ataque es constante y sistémico y tiene como único objetivo buscar la sumisión total de la víctima y la despersonalización de la misma, es decir, que la mujer asuma la identidad impuesta por su agresor”, señala la terapeuta, para quien no existe ni existirán factores que justifiquen este abuso.
Subraya, que el agresor sólo busca establecer un vínculo de control, sumisión y dominio contra su víctima.

“La violencia verbal inicia con ‘relajos’ que no son relajos, sobre todo, en los vínculos sociales, es decir, se burlan o hacen un chiste a costa de la víctima y se cobijan bajo el manto de que era un juego… además de que inician con explosiones donde insultan a la víctima y luego piden perdón. Claro, todo esto se da dentro del ciclo de la violencia”, asegura la especialista en el tema.

Tras esta situación, de acuerdo a Camilo, las víctimas de violencia verbal y emocional desarrollan trastornos de estrés pos trauma, depresión e, inclusive, muchas investigaciones muestran que los afectados desarrollan enfermedades físicas tales como diabetes, hipertensión, fibromialgia, entre otras dolencias, como consecuencia del abuso.

“Es indispensable ir donde un especialista psicoterapeuta experto en temas de violencia intrafamiliar y de género. Pues este profesional acompañará a la víctima a identificar y a nombrar, tanto los tipos de violencia que está viviendo así como las estrategias de manipulación que el agresor está utilizando para obtener su control”, señala.

Asimismo, dice que es importante recordar que la violencia fue, es y siempre será responsabilidad del agresor y que nada justifica el ataque ni el maltrato. Para la psicóloga, buscar ayuda es necesario para restaurar la salud mental no porque la víctima esté “loca”, sino porque debe recuperarse de las secuelas del abuso.

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