La expresidenta de la Federación Nacional de Centros Educativos Privados (FENACEP) y el vicario episcopal de la Pastoral Familia y Vida de la Iglesia Católica advirtieron ayer sobre los efectos negativos que tendría postergar para enero la apertura del próximo año escolar.

Rosa Ariza de Valera y el padre Mario de la Cruz Campusano, dijeron por separado que esto podría repercutir en el aumento de la deserción escolar, el crecimiento del analfabetismo y de la pobreza, el incremento del hambre y en la salud mental de los estudiantes.

Cruz Campusano, quien es director del Colegio Arroyo Hondo, reconoció que por causa de la pandemia, las condiciones no están dadas para un inicio presencial, sin embargo, abogó para que las aulas sean preparadas y los maestros puedan impartir la docencia de manera virtual. “No podemos dejar mucho tiempo para el inicio porque eso va a influir negativamente en nuestros niños. Debemos iniciar de manera virtual hasta que se pueda presencial”, dijo el religioso a elCaribe, tras subrayar que la apertura no puede pasar de la primera quincena de septiembre.

Dijo que aunque la mayoría de las escuelas del país no están preparadas para impartir docencia virtual, se puede incluir la radio y la televisión entre los métodos a utilizar en esta etapa.

“Que donde no se puedan dar clases virtuales reales porque no llega la señal del Internet, están los medios de comunicación como la radio y la televisión. El Gobierno tiene el canal 4, pero también el Estado puede hacer un convenio con los canales de televisión y con las emisoras de radio para que puedan llevar educación”, planteó.

Secuelas emocionales

Por su parte, Ariza de Valera, directora del colegio Siglo XXI, agregó que la permanencia en casa de los estudiantes está afectando los estados emocionales de la familia en general y consideró que condenarles más tiempo a permanecer encerrados e incomunicados “les provocaría una catástrofe emocional”.

Aseguró que el uso de la radio, la televisión y las plataformas virtuales constituyen alternativas idóneas para que el sistema educativo nacional coexista con la pandemia del coronavirus y argumentó que no se puede detener la formación de las nuevas generaciones.

“El curso de la pandemia obliga a cambiar la modalidad presencial por la de enseñanza remota de emergencia, cambiando el modelo por otros alternativos que permitan acceso temporal a la enseñanza”, precisó.

Una oportunidad para educar a toda la familia

Rosa Ariza de Valera considera que “ahora tenemos la oportunidad de educar a la familia completa con buenos programas de desarrollo humano que acompañen los programas académicos”. La ex miembro del Consejo Nacional de Educación sostuvo que no se puede cerrar la educación cuando una gran parte de la población ha demostrado que la necesita, lo que se evidencia en el irrespeto a la ley, al orden y a las autoridades.

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