Delincuencia macro y micro
Señor director: El presidente de la Asociación de Industriales de Herrera habla de “macrodelincuencia”. Debió indicar si dentro de su asociación hay o no delincuentes de cuello blanco. Los atracos ,violaciones y asesinatos de ciudadanos comunes , gente de pueblo , humildes y trabajadores tienen como factores muchas aristas. Al señalar a Odebrecht como influyente, el señor Taveras se despista, puesto que desde hace tiempo la inseguridad ciudadana es un hecho creciente , sin Odebrecht. Más bien, es la ineficiencia de la justicia a nivel de jueces y fiscales, que actúan, en muchos casos, por temor al chantaje de los delincuentes comunes, por compra en la formulación de expedientes y de sentencias . También hay que agregar la existencia de un Código Penal recetado que no se ajusta a la realidad social dominicana, la transculturización, y sobre todo la apatía o falta de voluntad política para enfrentar la microdelincuencia violenta y la macrodelincuencia. Esta última con amarres y conexiones económicas y políticas a todos los niveles . Pero la delincuencia callejera es la que mantiene el miedo y el temor a usted salir de sus casas. Asesinan por : un celular, una passola, un motor, un carro, unos tenis, un anillo, un arma, al salir del banco… Sin olvidar, que es muy posible, que sea un plan orquestado por el gran poder, a fin de acelerar y lograr un Estado fallido en República Dominicana, como el de Haití. Lo demás es imaginable.
José Peláez
Ciudadano
Mensaje al Presidente
Señor director: Aunque el señor Presidente se ha mostrado, para bien o para mal, respetuoso de los demás poderes del Estado, me veo en la obligación de advertir un grave dilema social que plantea el posible bajadero político-judicial que a simple vista se observa venir en el tan sonado y escandaloso caso de Odebrecht. Si solo buscamos la restitución del famoso duplo del sobornante y, en caso de aparecer los sobornados les damos el mismo trato judicial VIP, entonces la justicia dominicana deberá hacer un levantamiento de todos los casos por robo que hayan recibido condena de privación de libertad a nivel nacional y darles la oportunidad a los convictos, desde el que robó un salami hasta el que robó millones, de poder comprar su libertad si pudiere reponer el doble de lo robado. Podríamos llegar tal vez a tener que pedirles disculpas a ex convictos que hayan pagado su pena sin antes disponer de estas facilidades. Señor Presidente, no suena algo legítimamente legal, pero sí algo legítimamente justo.
Vladimir Vásquez Bonetti
Ciudadano
