Ha sido el mejor a la ofensiva para los Gigantes en la Serie del Caribe

Robinson Canó se transforma en su versión súper héroe cuando le toca ponerse un uniforme que tenga la bandera de la República Dominicana.

Lo hizo en 2013 en el Clásico Mundial. Fue una actuación de antología. En la pasada Serie del Caribe, jugando para las Águilas Cibaeñas en suelo mexicano, se dejó sentir con su bate al promediar .368 tras pegar siete imparables en 19 turnos. Tomó seis bases por bolas y su porcentaje de embasarse fue de .520. Ayudó con su madero a la corona de los amarillos que ganaron invictos. Fue la primera vez que el nativo de San Pedro de Macorís formaba parte de una escuadra campeona en el llamado Clásico del Caribe.

En esta ocasión, tras haber asegurado que jugaría en el país sin importar el campeón, ha sido el principal cañón de los Gigantes del Cibao, los monarcas del pasado torneo nacional que ostentan la representación criolla en suelo patrio, que compilan marca de 2-0.

Sin la jornada de anoche ante los Astronautas de Panamá, su promedio está en .571 (de 7-4) y es el líder en remolcadas de la contienda con cinco.

La victoria del sábado de los Gigantes fue la número 14 en línea para equipos criollos en Serie del Caribe, una nueva marca que rompió la de 13 que estaba en poder de las Águilas Cibaeñas con cuatro en 1997 y seis en 1998 y tres del Licey en 1999.

La cadena actual de triunfos seguidos comenzó con cinco de los Toros en 2020 en Puerto Rico, siete de las propias Águilas en 2021 en Mazatlán y las dos de los Potros del Jaya.
Por igual, los Gigantes buscan el tercer cetro en fila india para equipos dominicanos. Canó y la bandera, una combinación que deja frutos.

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