Eloy Jiménez es el primero en reconocer que el tema es, por encima de todo, agobiante.
“Eso es coronavirus pa’quí, Coronavirus pa’llí. Todo lo que uno escucha, dondequiera que uno va, ese es el tema. Por menos que uno quiera, hay que pensar en eso”, dijo Jiménez a elCaribe cuando se le preguntó por esta pandemia que ha causado efectos devastadores en el mundo.
“Yo espero que esto pase pronto porque hasta nosotros mismos los peloteros tenemos que tener cierta distancia. Pero imagínese, uno dura más con sus compañeros que con sus familias como quien dice. Esto es un tema”, agregó el talentoso jugador de los Medias Blancas en Glendale, donde la tropa tiene su cuartel de concentración.
elCaribe conversó con varios jugadores dominicanos sobre el tema y las medidas que han adoptado las Grandes Ligas con sus jugadores en esta etapa de entrenamiento.
“Yo mismo no le doy la mano a nadie. No sé si usted se fijó, pero es con el codo que estoy saludando”, dijo José Ramírez, jugador del cuadro de los Indios de Cleveland.
“Hay que cuidarse al máximo, lavarse las manos a cada rato y todas las cosas que nos dicen que hagamos”, comentó el nativo de Baní en la sede de prácticas de lo Indios en Goodyear, Arizona.
Otros, como Manny Machado, por ejemplo, no suenan tan preocupados.
“Hay que mantener la higiene y eso, pero yo estoy confiado en Dios que esto pasará. Vamos a mantener las manos limpias y eso y tranquilos. Uno también es responsable de cierto control y en eso es que prefiero pensar”, dijo el tercera base de los Padres de San Diego en él complejo del equipo en Peoria, Arizona.
Un punto delicado para los peloteros criollos es que deben tener cierta distancia con los fanáticos.
“Uno juega para ellos, al final del día. ¿Cómo negarles un autógrafo?”, se preguntó Eloy, quien comentó que de un tiempo para acá se ha lavado las manos con una frecuencia que jamás la soñó.
“Ellos (en el equipo) a veces nos dan un lapicero para que uno firme los autógrafos. Me da cierto apuro con los fanáticos que vienen al estadio por eso, pero la salud está por encima de todo”, dijo Franmil Reyes, de Cleveland.
Carlos Santana, compañero de Ramírez y Reyes, espera que “pronto aparezca una solución para esta enfermedad. Esto es una amenaza para el mundo y mientras más rápido se avance mejor. Hemos tenido muchas reuniones con especialistas y eso. Uno piensa en lo malo que ha pasado y solo queda pedirle a Dios que meta su mano”.
