El padre apuesta por una gran campaña para su hijo, quien trabaja sin descanso en Don Gregorio, Nizao

Ya el padre dejó su legado. Ahora el hijo busca impregnar su marca en el exigente mundo de las Grandes Ligas. Ambos de nombre Vladimir y apellido Guerrero están unidos en una misión y no pretenden parar hasta completarla.

Un detalle importante: el progenitor apuesta por completo al talento de su vástago. “Yo no sé otra gente, pero yo creo en él. Su talento es para ser bueno en Grandes Ligas. Lo que tiene que hacer es seguir trabjando”, dijo Vladimir Guerrero a elCaribe sobre Vladi Jr.

No crean que Vladimir padre se engaña. A uno de sus hijos le dijo recientemente que siguiera en sus estudios porque “la pelota no era lo de él. Yo no me engaño. Si da para pelotero lo digo y si no, que haga otra cosa”, aclara con Junior a su lado en su residencia en Don Gregorio, Nizao, provincia Peravia.

Los Guerrero entienden que la venidera campaña de las Mayores debe ser mejor. El actual tercera base de Toronto lleva un régimen fuerte de entrenamiento y tiene apuntes de momentos en los que no fue productivo.

“Estoy trabajando mucho en mi físico, aquí no hay descanso y también uno va aprendiendo”, dijo Vladimir Jr.

El cotizado jugador, quien en la pasada estación era el mejor talento de todo el sistema minoritario, primera vez que un dominicano obtiene esa distinción, luce con más músculo, un abdomen menos pronunciado, y también con muchas ansias de volver al terreno.

“Ellos me dieron mis apuntes en lo que debo trabajar ahora y eso estamos haciendo”, señaló el tercera base, quien en marzo de 2020 llegará a los 21 años.

En su primera experiencia en las Grandes Ligas, bateó para .272 con 15 jonrones y 69 remolcadas en 123 partidos con 464 turnos consumidos. Su debut fue muy promocionado, como pocos en décadas recientes, y de ese detalle ambos están pendientes. “Me llegaba mucha información”, dijo Junior. “Mucha gente tenía una opinión sobre algo y aunque al final me llevo de mi papá, ya tengo claro muchas cosas para el año que viene. Por ejemplo, cuando había juegos de día en la ruta no era tan fácil para mi.
Son de las cosas que uno aprende en su primer año”, agregó el bateador derecho.

Una observación

Vladimir Guerrero cree que los números de su hijo no fueron malos para su primera campaña. De hecho, a él le fue mal con Montreal en 1996, aunque con menos partidos. Apenas jugó en nueve y bateó para 185.

Lo que sí el miembro del Salón de la Fama de Cooperstown quiere es que Junior tenga algo en cuenta para 2020.

“Muchas veces lo vi alejado de la goma. Le insistí mucho en eso y espero que se cuide de eso. Porque si está lejos, hay unos picheos que no podrá batear y esos lanzadores de Grandes Ligas saben mucho. Yo compré una cajita para poder ver muchos de sus juegos y noté eso. Pero es su primer año en Grandes Ligas y eso se va aprendiendo”, dijo Vladimir.

Vladimir Junior espera producir desde el comienzo en 2020. Su deseo mayor es dar razones de mucho orgullo a la persona por la que se enamoró del béisbol. “Yo quiero ser bueno, como él (lo dice mirando a su padre) y que se sienta feliz por lo que pueda hacer”, dijo.

En busca de más paciencia en el plato

Vladimir Junior tuvo 91 ponches en sus 464 turnos (un total de 514 apariciones) y apenas 46 bases por bolas. Su porcentaje de embasarse fue de .339. algo que debe mejorar para la venidera contienda. “Por eso debo tener mejor selección de picheos. Si voy a hacer swing que sea a lanzamientos buenos para poder poner la pelota en juego por buena zona”, dijo el antesalista que espera pasar de los 20 jonrones en 2020 con los Azulejos de Toronto.

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