Lleva varias semanas trabajando para la próxima temporada de las GL

DON GREGORIO, NIZAO. Vladimir Guerrero Jr. no tiene que ver con que este sea el mes de fiestas y celebraciones. Su plan de trabajo no se negocia ni mucho menos la meta de volver a demostrar que pertenece a lo mejor en la MLB por segunda contienda en línea.

“No hay descanso”, dijo enfáticamente el primera base de los Azulejos de Toronto a elCaribe tras una ardua sesión de entrenamiento con su preparador Junior Rodríguez.
“No hay descanso ni break. Yo quiero seguir haciendo lo que me dio resultado y eso fue trabajar fuerte”, agregó Guerrero Jr. Para Rodríguez, “ya lo de la pasada temporada, que fue muy bueno, pasó. Ahora seguimos concentrados en hacer lo necesario para el año que viene y así por el estilo en las otras campañas. Vladi entendió que es un atleta de alto nivel y para mantener eso no podemos salirnos de la línea”.

Guerrero Jr. cuenta con un gimnasio en la inmensa residencia que construye en esta comunidad en una parte de una extensa línea de terreno que adquirió su padre, Vladimir Guerrero, inmortal de Cooperstown.

Vladimir Jr. llegó faltando poco para las 10:30 de la mañana, ingresó a la instalación, usó las escaleras y de inmediato a sudar. “Esto lo hacemos sin fallar y en la tarde entonces voy a batear a un estadio cerca de aquí. Pero yo prefiero dejar de batear que hacer mi rutina con Junior. Si no se puede en la mañana, lo hacemos en la tarde”, comentó el co-líder en jonrones de las Mayores con 48 en este 2021. Guerrero Jr. reconoció en 2020, durante la contienda recortada por la pandemia del COVID-19, que estaba en sobrepeso y prometió quitarse de encima todas las libras que le impedían estar en forma para rendir. Eliminó más de 40. De hecho, empezó a darse cuenta que marchaba por el camino indicado cuando se reportó al entrenamiento del equipo a finales de enero y principios de febrero en la ciudad de Dunedin, Florida.

“Todo el que miraba lo hacía como diciendo que no lo podía creer. Se dieron cuenta que me fajé aquí con Junior”, dijo el ganador del premio Hank Aaron, en la Liga Americana, un lauro que se entrega al jugador de mejor ofensiva en cada circuito. Guerrero Jr. había hecho una promesa y no podía fallar. “Yo les dije que si llegaba pasado de libras otra vez que me pusieran el castigo que ellos quisieran”, reveló el joven de 22 años de edad, que bateó para .311 con 111 remolcadas y 123 anotadas. ¿Hasta que te mandaran a las menores? “El que ellos quisieran. Era yo que estaba fallando. Pero no fue así y ahora vamos a hacer lo mismo. El pensar mío es llegar con 235, 238 o 240, Dios mediante”, respondió.

Para los que llevan anotaciones, Guerrero Jr. no está preocupado por “teteos” en estas navidades. “El teteo mío es aquí en mi casa, con mi familia y estar debajo de esa mata de mango. El día que quiera hacer algo salgo ahí al frente a compartir un dominó y para mi casa de nuevo”, dijo sin titubeos.

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