BARCELONA. Real Madrid y Barcelona celebrarán hoy el Clásico 246 de la historia en un enfrentamiento tan especial por el escenario (será la primera vez que se juegue en el Estadio Alfredo Di Stéfano) como por la trascendencia del resultado.

Se impondrá una sentencia acaso ficticia de que el vencedor del duelo se convertirá en el máximo favorito para conquistar una Liga cuyo líder todavía es el Atlético de Madrid.

Hoy, eso sí, habrá cambio, aunque sea provisional, en el liderato atendiendo a que el equipo de Simeone jugará hasta mañana en el Villamarín.

Un triunfo del Real igualaría a los dos clubes madrileños al frente de la tabla (favorecidos los madridistas por el goal average particular) y devolvería esa plaza a los de Zidane por tercera vez en la temporada, una condición que disfrutaron por última vez el 23 de diciembre, igualados también al frente (aunque con dos partidos pendientes los colchoneros) y aventajando al Barça en ocho puntos.

El 30 de diciembre el Madrid empató (1-1) en Elche y desde entonces el liderato siempre ha sido, en solitario, para el Atlético.
En el caso del Barça y a falta del duelo directo con el Atlético en el Camp Nou, un empate en Valdebebas le catapultaría, igualados, al primer puesto gracias a su mejor diferencia de goles, mientras que una victoria le colocaría líder en solitario, con dos puntos de renta y provocando tanto un descuelgue quizá no definitivo pero sí muy peligroso para el Madrid y una presión máxima para el Atlético en su encuentro frente al Real Betis.

Sería, además, la primera vez que el conjunto azulgrana disfrute del liderato desde el 16 de junio de 2020, en la jornada 29 de la pasada temporada.

Tres días después el equipo empató ante el Betis y la victoria posterior del Real en Anoeta frente a la Real Sociedad le envió a un primer puesto que ya no perdería. Así, al cabo de 38 jornadas, el Barça está en disposición de regresar a esta posición de privilegio.

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