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Doña Anatalia, la madre de Marileidy Paulino, pudo ver a su hija colgándose la medalla de plata en el relevo mixto de 4×400 en los Juegos Olímpicos de Tokio porque Vladimir Guerrero le regaló un televisor para que la pudiera ver.
En ese mismo aparato, el pasado viernes 9 de agosto, nuevamente pudo ver como su hija se convertía en la primera atleta de su país en convertirse en campeona olímpica, en la prueba de los 400 metros lisos. Además, de forma histórica, barriendo un récord que databa de los Juegos de Atlanta, en 1996, el año de su nacimiento. De hecho, cuando la francesa Marie-José Pérec paró el crono en 48.25, Marileidy todavía estaba en la barriga de su progenitora.
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Correr para salir de abajo
Paulino, que registró un tiempo de 48.17 en los 400 para ganar el oro, de pequeña no tenía nada claro lo de correr. Criada en una familia con pocos recursos en Don Gregorio, un municipio de la provincia Peravia, a aproximadamente una hora de la capital dominicana, la suya fue una infancia dura; ni tan siquiera tenía para material deportivo.
“Yo me iba a casas a limpiar, fuera por un plato de comida o por la amistad, lo hacía con una amiga mía. Porque en mi casa no tenían para cocinar todos los días, la cosa estaba difícil” recordaba Paulino meses antes de entrar al olimpo del atletismo mundial en una reveladora conversación en el espacio Círculo de Grandes Ligas del periodista dominicano Yancen Pujols.
Incluso, recordó otras labores que llegó a hacer para poder ayudar a su familia. “Yo iba a la playa a bigotear, es decir, los bigoteros son los que recogen los pescados que se salen del chinchorro (la red). Buscábamos esos pescados y los vendíamos para comprar arroz. También vendíamos guandules”.
Marileidy: A las pistas, por azar y descalza
Marileidy en múltiples ocasiones las historias sobre cómo iba a competencias o entrenamientos sin tener dinero para siquiera poder comer y cómo eso fue forjando su carácter, su personalidad, pero sobre todo su fe.
“Todo lo logrado ha sido producto de muchísimo esfuerzo. En mi casa no teníamos mucho que comer, así que ingresé a la Fuerza Aérea de República Dominicana para asegurar un salario mensual y me uní a su cuerpo de atletas”, señaló a EFE en una oportunidad. “Antes yo jugaba al balonmano. Me dijeron que me pasase al atletismo, pero yo no quería saber de atletismo. Les decía que no, no y no. Finalmente, lo hice. Al principio, se convirtió en algo que lo hacía por el dinero, luego ya se convirtió en amor”, explicaba.
Claramente recuerda. “Empecé corriendo descalza, luego lo hice con una media. Después creo que me regalaron unas zapatillas, luego me pude comprar unas”.
Y ahora es campeona olímpica, un orgullo para todo un país que se ha enganchado a su deporte gracias a los triunfos de Paulino: “Recuerdo que en los Juegos Olímpicos, cuando gané la medalla de plata, muchísimos jóvenes y adultos empezaron a practicar el atletismo”.
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Marileidy Paulino, que desde que cruzó la meta ya no se quitó de su espalda la bandera de su país que llevaba colgada, es un verdadero orgullo para la República Dominicana. Tanto es así, que incluso el presidente quiso felicitarla. “¡Eres una inspiración para todos nosotros!”, le dijo Luis Abinader a la primera deportista dominicana en colgarse un oro olímpico. Una atleta que empezó a correr descalza y por dinero, y que en París superó un récord vigente desde antes que naciera.
“Me fui a un campamento sin dieta”
Tras su celebrada victoria en París 2024, esta sentida entrevista con Yancen Pujols volvió a salir a la palestra. Difundida el 4 de octubre de 2023, Marileidy Paulino habla de sus inicios en Don Gregorio, los momentos duros, su recorrido al estrellato y por igual expone sus quejas sobre detalles que deberían manejarse mejor para un futuro.