El municipio de Monte Plata ha dado estelares del deporte que han ganado medallas en competencias de peso

Bayaguana, Monte Plata. El camino al éxito es difícil, pero Bayaguana ha sabido transitarlo… al menos en los deportes.

Bayaguana es la cuna de decenas de medallistas olímpicos y de otros tantos monarcas en competencias deportivas internacionales de mucho peso. La clave es un trabajo constante con el Centro de Iniciación Deportiva (CIDE) como el gran instrumento para dar frutos tangibles al deporte dominicano.

Monte Plata fue la sede de los de los Juegos Nacionales en 2006 y al final de la justa el municipio de Bayaguana asumió el reto de sacar provecho a las instalaciones heredadas. Isaaac Ogando fue el dirigente que comandó el emprendimiento de la comunidad.

Trece años después, el programa deportivo de este empobrecido municipio ha parido a varios de los atletas más laureados de la presente generación. Los medallistas olímpicos Luguelín Santos y Luisito Pie son los pilares de una gruesa columna que incluye a Bernardo Pie, Estefanía Soriano, Zacarias Bonat, Juander Santos y Nairobi Jiménez, entre muchos otros.

En estos Juegos Panamericanos Bonat y Bernardo Pie ratificaron con medallas de plata, la condición de potencia deportiva de Bayaguana.

Los niños de Bayaguana salen de la tanda extendida de sus escuelas al complejo deportivo, el cual luce desolado durante la mañana. Pero en las tardes todos los espacios son ocupados.

Una cancha de fútbol, un multiuso que alberga voleibol, badminton, baloncesto y deportes de combate; un estadio de softbol y una pista de atletismo. “En esa pista comenzó a correr Luguelín Santos y en medio de su aprendisaje se fue a la capital y allá lo vimos intentando ser ciclista y lo volvimos a traer a campo y pista”, relata Nabil Manzanillo, mano derecha de Ogando, ausente durante la realización de este reportaje por compromisos personales.

El Centro de Iniciación Deportiva conjuga el recreo y la competencia en un escenario único del deporte dominicano.

Reichel Sosa tiene 13 años y juega badminton. “Vengo cada tarde, después de la escuela y aquí he aprendido mucho. Quiero ser atleta y estoy trabajando para ello”, expresa a elCaribe con candidez y una raqueta en mano.

La mayoría de los entenadores son voluntarios. Ruddy Sosa conoció a la judoka Estefanía Soriano cuando esta tenía menos de 10 años. “Era una niña que andaba con los varones y peleaba mucho, se le veia darle estrallones a los niños y con el judo pudo canalizar esos impulsos”, explica Sosa en referencia a la campeona de Barranquilla 2018.

Nelson Ramírez, gerente del proyecto de voleibol masculino, valoró los aportes del CIDE. “Tenemos varios jugadores desarrollados en ese gran proyecto de Bayaguana. Ellos aportan a varios deportes”, aseguró.

En el Comité Olímpico Dominicano, la valoración del CIDE de Bayaguana sigue en alta. “Bayaguana es un ejemplo a imitar. Nosotros reconocemos sus aportes y el enorme valor del CIDE para nuestro movimiento”, dijo Luisín Mejía, presidente COD
Las precariedades están presentes. La falta de luz acorta las horas de trabajo. Mientras tanto, cada tarde los entrenadores voluntarios siguen buscando el próximo diamante olímpico.l

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