Santiago. El presidente Danilo Medina encabezó el desfile cívico-militar como parte de los actos de conmemoración del 74 aniversario de la batalla de Santiago, del 30 de marzo de 1844.
Medina ocupó la tarima instalada frente al busto del general José María Imbert, quien junto a Fernando Valerio encabezó la gesta patriótica decisiva para la derrota de las tropas haitianas.
La tarima fue levantada entre las avenidas Las Carreras, Hermanas Mirabal y presidente Antonio Guzmán Fernández, antigua general López.
Junto al mandatario estuvieron ministros, jefes de los cuerpos militares y policiales, así como las autoridades locales.
Las actividades conmemorativas al 30 de marzo fueron aplazadas para el miércoles, debido a que esta vez coincidió con el Viernes Santo. El programa de conmemoraciones inició a las 8:00 de la mañana con el enhestamiento de la Bandera Nacional e interpretación del Himno Nacional. Allí fueron rendidos los honores militares de estilo y ofrendas florales de las instituciones públicas y privadas en el Parque Imbert.
Valor de esta gesta
El presidente de la Comisión de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer, destacó que la Batalla de Santiago vino a afianzar el grito de independencia de la puerta del Conde. “Hay que recordar que las tropas haitianas permanecieron ocupando por un mes y medio Azua y en Santo Domingo no había mucha seguridad de si avanzaban los invasores, por lo que Santiago fue decisiva”, apuntó Balcácer. Asimismo, aprovechó para defender la ley 169-14, sobre la regulación de extranjeros y cuestionó que algunos países intenten resolver los problemas de una nación a costa de la soberanía de la República Dominicana. El historiador aseguró que en el país no existe un solo caso de apatridia.
En tanto, que el arzobispo de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Freddy Bretón, presidió el Tedeum, elevó plegarias y pidió sabiduría para las autoridades y honestidad para los ciudadanos para engrandecer la patria. Monseñor Bretón destacó la importancia de la gesta histórica para consolidar la independencia nacional y el valor de los héroes, aunque entiende que hacer crecer la patria no solo debe hacerse multiplicando banderas, sino actuando acorde a los valores de humildad y respeto. “Que un corrupto se envuelva cien veces en la bandera no deja de ser corrupto, por eso digo que hay que predicar con el ejemplo. El que quiere servirle a la patria debe mantenerse humilde”, apuntó el religioso ante funcionarios y militares.
