Los crecientes ahorros de los superricos, que constituyen alrededor del 1 % de la población de EE.UU., estimula la deuda del 90 % de los ciudadanos que constituyen la clase media y baja del país, según calcula un estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Harvard.
Contrariamente a la imagen estereotípica de los ricos que desperdician el dinero, los expertos sostienen que sus compras impulsan la economía con inversiones que financian no solo a los trabajadores, sino a sectores enteros de la economía. Desde esta perspectiva, el problema surge cuando los multimillonarios cambian sus patrones de consumo y, en vez de gastar, ahorran sus cuantiosos fondos.
Más ahorros, más deuda
Ese dinero, que podría ser invertido en investigación o desarrollo social, se asienta en los bancos, que lo utilizan, a su vez, para promover hipotecas, tarjetas de crédito y diferentes tipos de préstamos. Como fruto de las bajas tasas de interés actuales, el resto de la población es más propenso a solicitar préstamos en vez de ahorrar, al mismo tiempo que se ve obligado a reducir sus gatos adicionales.
De este modo, esta saturación de ahorros, que desde 1982 se va haciendo cada vez más palpable, está exarcerbando la deuda de la clase media y baja, concluyen los investigadores.
Si bien el estudio se centra en EE.UU., los autores aseguran que se observan pautas similares en los demás países del mundo.
Deudas productivas
Sin embargo, los expertos también califican algunos tipos de deuda como productivas si tienen la capacidad de generar más dinero o puestos de trabajo en el futuro, como los préstamos esudiantiles o aquellos dirigidos a la construcción de infraestructuras como autopistas.
Actualmente, EE.UU. cuenta con más de 20 millones de millonarios, lo que corresponde al 40 % del total mundial. Asimismo, el 28 % de los multimillonarios del planeta provienen del país norteamericano.