Los popis y los movimientos independentistas a través de la historia

Hace poco  más de 6 meses  ha surgido en nuestro país básicamente en las zonas urbanas y suburbanas un movimiento social  que sus principales promotores han denominados popis.

Hace poco  más de 6 meses  ha surgido en nuestro país básicamente en las zonas urbanas y suburbanas un movimiento social  que sus principales promotores han denominados popis.

 ¿Quiénes son?

Jóvenes–adolescentes nacidos y educados en el seno de familias acomodadas. En algunos casos se confunde el término entre quienes visten costosas vestimentas, conducen  lujosos autos  y frecuentan lugares de  alcurnia.

Estos no necesariamente son popis, sino más bien  wawawa enganchados. Estos últimos  son en cambio aquellos jóvenes  provenientes de barrios marginados  que aunque se ufanan de poseer  cosas materiales no son distinguidos en esos escenarios, eso viene dado por  abolengo, no necesita presentación  su manera de conducirse, actuar y pensar habla por sí solos.

Los popis siempre han existido, son aquellos jóvenes con ideas progresistas que  a lo largo de la historia han propugnado grandes transformaciones sociales y han  sido la chispa inspiradora en la liberación de pueblos y naciones.

Juan Pablo Duarte  fue uno de ellos, un joven de familia acomodada y pensamiento liberal  que en unos de sus viajes a Francia  ideó una sociedad parecida a ese país del viejo continente, donde todos pudieran vivir libremente, y soñar con una nación  soberana de toda autoridad extranjera.

Si revisamos la historia reciente y no tan reciente,  nos daremos cuenta que  las grandes trasformaciones y alzamientos sociales han sido promovidos por hombres y mujeres de familias acomodadas.

Los wawawa  no tienen tiempo para pensar en revoluciones, más bien andan preocupados por el trajín del día a día y de  cómo resistir la embestida de sus realidades.

Duarte puso en marcha  un movimiento social  clandestino denominado la trinitaria, que inicialmente contó con un puñado de hombres y mujeres que culminó con la independencia de toda una nación.

Si Duarte no hubiese sido un joven de familia  acomodada  quizás no hubiese sido uno de los padres de la patria dominicana. Fue un pensador, teórico, munífico  que contaba con  la formación académica y los recursos económicos, no más así con la gallardía de batirse con quien fuese en el terreno que el otro dijese.

Otro caso local es el de las  Hermanas Mirabal, también fueron popis, parte de su penetración e influencia  social se debió  al  estilo de vida que llevaron. Mujeres ilustradas con acceso a estudios superiores, cuando para esa época acceder en el país a las  casas de altos  estudios significaba ser parte de una élite innegable.

Un poco más allá, Simón Bolívar, hijo de terratenientes, quedó huérfano a los 4  años  y en el lecho de muerte, su madre  dividió la herencia familiar dejando una gran fortuna al infante que más tarde  utilizó para liberar todos los pueblos e idealizó una confederación de naciones que denominó  la gran Colombia.

De igual modo, La Revolución Francesa, fue un alzamiento de la  burguesía, sus principales figuras Maximilien de Robespierre, Voltaire, Jacques Necker, Joseph Ignace Guillotin, todos opulentos. Los demás  se ocuparon de saquear, quemar y destruir  el palacio de Marsella, residencia  de Luis XVI  y su esposa María Antonieta.

Fueron estos hombres quienes propugnaron por una sociedad más equitativa, que tuvo como resultado la declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano, aprobada por la Asamblea Nacional constituyente francesa el 26 de agosto de 1789.

En resumen, las manifestaciones promovidas por jóvenes acomodados  en República Dominicana luego de la suspensión de las elecciones municipales el pasado 16 de febrero, deben ser motivo de preocupación para las autoridades de turno, no poner asunto a una clase social  instruida que clama  cambios en las estructuras de poder puede llegar a convertirse en un hecho de transcendía inimaginable.

Sí, ha sido ese segmento social que ha removido los cimientos mismos  de las sociedades en decadencia producto de la falta de confianza, desigualdad social, aumento vertiginoso de la inseguridad, y una corrupción desmedida que permea todos los sectores de poder.

Ese segmento social   debe ser tomados en cuenta y estudiados en su justa dimensión, porque de seguir las cosas por el derrotero que lleva podría esta sociedad  estar encaminándose  a aquello  que en Asia se conoció como la primavera árabe, que arrasó con decenas de presidentes de distintos países  e inmortalizó  a  Mohamed  Bouaziz, creando un referente global de  movilizaciones sociales juveniles.

Por: Valentín Pérez

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