Los efectos de la tormenta Fred sobre el territorio nacional causaron estragos, especialmente en esas comunidades de riesgo por su cercanía a ríos y cañadas, así como por tener edificadas sus viviendas sobre terrenos propensos a derrumbes.

Desde el pasado jueves en la comunidad La Javilla en Los Tres Brazos de Santo Domingo Este, alrededor de seis familias se quedaron sin hogar producto de un deslizamiento de tierra que enterró sus viviendas y los dejó a la intemperie.

Sin nada que llevarse más que el milagro de permanecer con vida tras ese evento, estas personas fueron socorridas por la Defensa Civil y posteriormente trasladadas al refugio, situado en la escuela Elvira de Mendoza de esa demarcación, donde permanecen hasta el momento.

Cerca de 24 personas viven ahora en ese albergue, entre las cuales se encuentran 7 niños.

Al conversar con varios de esos refugiados, estos expresaron su agradecimiento a la institución de socorro y hacia las autoridades gubernamentales por brindarles una mano amiga en ese momento de calamidad.

No obstante, expresaron preocupación ante la situación de no tener un hogar al cual recurrir cuando se calme el mal tiempo meteorológico en el país, en donde todavía quedan cuatro meses para que cese la actividad ciclónica en la isla.

Ante este contexto, pidieron al Gobierno que no los desampare en este momento dificultoso y les conceda un lugar digno donde vivir junto a los suyos.

Katherine Benítez, una de las refugiadas, contó cómo salió ilesa del derrumbe junto a sus dos hijos.

Además, dijo que no tiene más opción que ese alojamiento que comparte junto a otras 15 mujeres que pasan por la misma situación.

“Si nos sacan de aquí es para la calle que vamos. Yo salí con lo que tenía puesto ese día. Salí con vida gracias a papá Dios”, contó Benítez.

Benítez explicó que las autoridades no les han dicho nada concreto sobre un eventual traslado hacia alguna vivienda o qué pasará con ellos.

De acuerdo con informaciones, esas personas no podrán regresar a sus antiguos hogares, debido a que quedaron arruinados tras el derrumbe, por lo que las autoridades optaron por evacuar a los lugareños que viven en las proximidades de esas casas vulnerables, así como colocar cinta de seguridad para evitar el ingreso a las mismas.

Otro de los albergados, comentó que siente gratitud por las personas que los han ayudado en el proceso y que mantiene la esperanza de que las autoridades tomen una decisión que beneficie a su familia.

Asimismo, hizo un llamado a los residentes de esas zonas a que se mantengan alerta ante cualquier otro episodio de deslizamiento, para que abandonen a tiempo el lugar.

Declaró que aunque el lugar donde vive no es precisamente en la ribera del río Ozama, tienen que mantenerse alerta por la humedad de los suelos.

“Nos han tratado muy humanamente. Realmente está en manos de ellos que tomen alguna otra acción que beneficie a nuestra familia”, dijo Aquilino Acevedo.

Los refugiados se mantienen vigilados por miembros de la Defensa Civil y un personal que le asiste ante cualquier necesidad que tengan en el transcurso de su estancia.

COE informa son 74 las personas albergadas

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó que un total de 74 personas están albergadas. Asimismo, notificó que cinco viviendas resultaron destruidas por el paso de la tormenta. Otras 727 viviendas resultaron parcialmente afectadas. Mientras que 3,635 personas fueron movilizadas por miembros de los organismos de socorros del país. El COE llamó a los ciudadanos a mantenerse atentos a las actualizaciones meteorológicas.

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