«Hoy estamos quebrantados. He perdido las esperanzas de ver a mi familia», dijo Nasher quien trabaja como intérprete.
En realidad la restricción está en vigencia desde diciembre, cuando la Corte Suprema revirtió decisiones de instancias menores que habían impedido la implementación de partes de la norma. La restricción abarca a cinco países de mayoría musulmán _Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen_ aunque también impide la entrada de norcoreanos y de ciertos funcionarios del gobierno de Venezuela y sus familias.
Farah Al-Khersan, un abogado de inmigración radicado en el área de Detroit, vaticinó que surgirá el caos en cruces fronterizos y en otros puntos de entrada al país.
«Para todo el que tenga una visa de no inmigrante, incluso para los que tienen la tarjeta de residencia, no les recomiendo salir del país ahora mismo», dijo Al-Khersan. «Si salen del país, podrán tener problemas para volver a entrar», destacó.
Afnan Salem, una refugiada somalí en Columbus, Ohio, dijo que la decisión le hace perder esperanzas de volver a ver a su padre o a sus abuelos.
«Teníamos la esperanza de que la Corte Suprema hiciera lo justo y nos dejara reunirnos con nuestras familias», dijo Salem, quien vino a Estados Unidos hace ocho años y ahora es ciudadana. «Sin embargo, con esta decisión, estamos descorazonados».