Al menos 60 personas murieron y otras 60 resultaron heridas este lunes por la explosión de unas instalaciones mineras rudimentarias de lavado de oro en la localidad de Gbomblora, al suroeste de Uagadugú, la capital de Burkina Faso, confirmaron hoy las autoridades de la región burkinesa del Suroeste.
Esas cifras suponen un ligero aumento respecto a las informaciones de las autoridades regionales difundidas la pasada noche, que situaban en 59 el número de víctimas mortales.
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«Alrededor de las seis de la tarde (16:00 GMT) del lunes, hubo una fuerte explosión seguida de un incendio en un sitio de extracción artesanal. (…) El balance provisional es de 60 vidas humanas perdidas», destacó este martes en un comunicado, el gobernador de la región del Suroeste, Wendinmanegdé Emmanuel Zongo.
Desde ese momento, «las autoridades, las fuerzas de seguridad y los trabajadores sanitarios han estado trabajando duramente para organizar los rescates y la atención adecuada», añadió Zongo.
En esta nota de prensa, el gobernador también señaló que la zona del incidente permanecerá cerrada hasta que terminen las investigaciones pertinentes para esclarecer el suceso e hizo un llamamiento a la población para que colabore con la Justicia.
Las investigaciones preliminares apuntan a que el incidente se debió a la detonación de explosivos en el sitio de lavado de oro, que alcanzaron materiales inflamables de las inmediaciones.
Burkina Faso es el quinto mayor productor de oro de África, siendo el preciado metal una de sus principales exportaciones.
Este país de África occidental está gobernado actualmente por una junta militar desde el golpe de Estado del pasado 24 de enero, que depuso al presidente Roch Kaboré, quien acabó dimitiendo.
Este golpe, que acarreó la suspensión del país por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana (UA), ocurrió después de la escalada del descontento social en los últimos meses debido a la inseguridad generada por la violencia yihadista
