Las planta de tratamiento de la Nueva Barquita se han convertido en un referente tecnológico de la región, debido a la ejecución de un procedimiento 100% natural para la depuración de las aguas.

El sistema de tratado evita el uso de energía eléctrica y permite verter en el río Ozama todos los días cerca 2 mil quinientos metros cúbicos de agua tratada con los mejores estándares de vertido. De acuerdo con un documento la Constructora JP y la empresa AguaInc/WW Green Filters (especializada en el diseño, instalación, operación y mantenimiento de filtros verdes flotantes para la depuración de las aguas), tuvieron a su cargo la construcción y ejecución del proyecto, conceptualizado sobre la base de la tecnologías de punta disponibles en ese momento a nivel mundial, así como sobre la base de criterios internacionales de urbanismo, economía, sostenibilidad y medio ambiente; y la operación y mantenimiento está a cargo de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, (CAASD).

“En el caso de la plantas de tratamiento de La Nueva Barquita, se trata de una infraestructura de nueve mil 200 metros cuadrados de balsas con macrofitas en flotación, construidas sobre el cauce natural por el que circulaban antiguas cañadas, aprovechado la caída del agua por gravedad sin tener que utilizar ningún tipo de bombeo ni energía eléctrica”, informó Daniel Calvillo, fundador de WW Green Filters.

Calvillo explicó que el proceso bajo el cual operan estas plantas es mediante la creación de un humedal artificial de micrófitas (plantas) en flotación, las cuales se ocupan de depurar las aguas. “En este caso estamos usando “Typha Dominguensis”, una especie de plantas que crecen flotando en el agua gracias al sistema patentado de plantación AguaMatrix, capturando el oxígeno de la atmósfera a través de sus hojas y canalizándolo por sus raíces, depositando el oxígeno en las aguas contaminadas e iniciando así el proceso de oxigenación responsable de la depuración del agua de manera completamente natural”, afirma el especialista.

Especie de macrófitas

Según se informó, una de las innovaciones alcanzadas en este proyecto fue el conseguir desarrollar una especie de macrófitas que responden a las necesidades que presenta el proyecto con unas hojas más altas y raíces más profundas para mayor capacidad de depuración de las aguas. En el caso de la “Typha Dominguensis” utilizadas en el proyecto son cultivadas en un invernadero en Nizao, por lo cual son autóctonas y adaptadas al 100 % a las condiciones ambientales existentes en el país.
“Pudimos conseguir que esta especie se reproduzcan sobre el agua, lo que garantiza la operación de la planta de manera permanente, sin interrupción y con un ciclo de vida útil indeterminado. Al inicio del proyecto plantamos 150 mil plantas que se han ido reproduciendo de forma exponencial hasta conseguir una masa vegetal en torno a 40 kilogramos por metro cuadrado, consiguiendo un humedal natural y con capacidad de depuración”, indicó.

El tratamiento no afecta el medioambiente

El método es bastante beneficioso para los comunitarios y al ambiente. A diferencias de otras plantas para tratamiento de agua, estas no consumen energía eléctrica, no producen lodos y fangos, tienen cero químicos y no generan malos olores. Asimismo, se crea un ecosistema propio donde viven y se reproducen diferentes especies de fauna y flora, contribuyendo a enriquecer el área. “Además los filtros verdes flotantes se convierten en humedales con una alta densidad de plantas. Los filtros verdes no emiten CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera.

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