Santiago. Los vendedores del mercado de pulgas que cada jueves se concentraban en el solar alquilado para ofertar mercancías, piden ser ayudados por las autoridades.
Dijeron que por las medidas sanitarias tomadas por el gobierno y el Ministerio de Salud Pública contra la COVID-19, llevan dos meses sin poder trabajar y dar sustento a sus familias. El terreno ubicado en la autopista Joaquín Balaguer, cercado al canal de riego Ulises Francisco Espaillat, luce desolado y grupos de vendedores se encuentra prestando vigilancia en el entorno.

Dominga Matos, vendedora que vive en entorno, dijo que el laborar en el mercado le permitía mantener sus tres hijos. “Ahora no tengo nada con que comprar. Este es mi sustento de vida y no sé cuándo retornaremos, debido a esta situación del coronavirus”, expuso. Con las operaciones normales, son cientos los vendedores y compradores que acudían cada jueves a este mercado. Sectores en Santiago han solicitado la reapertura gradual de la economía.

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