Su meta es dejar un legado musical y aportar al arte dominicano, compartiendo sus conocimientos con otros

Liquedia Ventura, es una joven de 27 años, talentosa y con aspiraciones de dejar su legado musical, no solo en la comunidad a la que pertenece, Vietnam Los Mina, sino, en todo Santo Domingo Este y seguir aportando al arte dominicano, compartiendo sus conocimientos con otros, que, al igual que ella, sienten pasión por la música. Por lo que ha logrado en los años que tiene trabajando para el arte, fue reconocida el pasado 2021 por el banco BHD León en el concurso “Mujeres que Cambian el Mundo” y tras este premio, e inclusive desde décadas atrás, tanto Liquedia, como toda la familia Ventura Espinoza, ha aceptado el compromiso de continuar trabajando por el Cuarto Arte de las denominadas 7 Bellas Artes, la Música. Ante la idea, que hoy en día considera errónea, sobre que del arte no se puede vivir, incursionó aparte del arte en la carrera de Contabilidad, pero, hoy en día cuenta que a pesar de las vicisitudes, ella y su familia, viven, por y para el arte.

1. Primer contacto con la música
Nací un 12 de enero del 1994, hija primogénita de Juana Lidia Espinoza y Roque Ventura, ambos músicos y hermana mayor de Crismelody Ventura y Saray Ventura. Me crío y nazco en la comunidad de Vietnam, Los Mina, una comunidad de alto riesgo en Santo Domingo Este y tengo ese primer contacto con la música, a través de mi abuelo, Napoleón Espinoza, mis padres también. En sus inicios, fue música totalmente empírica, cantando en la iglesia y participando también de grupos corales pequeños, cuartetos y octetos. Así tuve mi primera impresión de la música, por influencia directamente de mis padres y de mi abuelo, Napoleón Espinoza, a la edad de 4 años.

2. Formación musical
Luego, mis padres deciden que la formación musical, no solamente de nosotras, mis hermanas y yo, sino también de ellos mismos, debía de tener una secuencia y debía de ser una educación ya un poquito más formal, o sea, necesitábamos inclinarnos ya de forma objetiva al arte de la música, así que a esa misma a edad, a la edad de 4 años, mis padres me inscribieron a estudiar canto y a estudiar piano, es cuando conocemos a la maestra Luisa Arjona, que fue una de nuestras primeras maestras con respecto al instrumento del piano y así fuimos evolucionando, mis hermanas también fueron evolucionando en el piano.

Mis clases de piano y de música elemental, inician con la maestra Luisa Arjona, es una maestra que por mucho tiempo dio clases en la escuela elemental de música de Bellas Artes. Mis clases con ella siempre fueron privadas. Con ella duré desde los 5 hasta los 12 años más o menos. El piano es un instrumento fundamental para la dirección coral.

A la edad de 12 años, inmediatamente llega el violín a mi casa, inicio mis clases de violín con el maestro Hipólito Javier, que es uno de los grandes pedagogos que existen con respecto a este instrumento en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y de su escuela Josesa. Me formo con el maestro, que de hecho, sigue siendo mi maestro.

Pero, la dirección coral, que es una de mis grandes pasiones, yo he tenido en esta áreas talleres y clases privadas, porque aquí de hecho, no hay una carrera en dirección coral, no hay una secuencia didáctica, que pueda ser validada en Santo Domingo.
La gran mayoría de mis talleres han sido internacionales con maestros internacionales, con maestros cubanos, la maestra Nadia Nicola, directora de Coribe, la maestra Pura Tayson, el mismo maestro Hipólito Javier, el maestro Simón Cesar, que han sido mis maestros y mis espejos desde que inicié con la dirección coral que fue a partir de los 14 años.

Cuando llego a los 16 años entro al Conservatorio Nacional de Música, a estudiar canto con la maestra Marianela Sánchez. Todo ese período desde los 16 hasta los 20 años de edad, estudié canto ahí, pero a los 18 años también entro a estudiar la licenciatura de Pedagogía Musical en la UASD.

3. Contabilidad o música
Fue un proceso un poco difícil porque de forma simultánea estudiaba contabilidad, no sé por qué. Lo que pasa es que hay un mal concepto, que hay que erradicar, que dicen que el artista de su arte no vive, especialmente el músico y es posible que yo me haya dejado influenciar por eso, de mis padres no, porque mis padres siempre han aportado al arte, toda la vida, de hecho mi mamá es contadora profesional también. Entonces decido estudiar contabilidad y llevar ambas carreras fue totalmente difícil.

El año que viene nos graduamos ambas, mi madre y yo, de la carrera de pedagogía musical y voy siguiendo sus pasos, porque ella acaba de salir de su maestría de Educación Musical en la O&M, y yo voy para allá mismo también.

4. Mi primer violín
Al llegar a los 9 o 12 años me doy cuenta que me atraía más el instrumento del violín, me llamaba la atención desde antes, pero la posibilidad en ese entonces no era para estudiar ese instrumento, hace unos años estudiar violín no era tan fácil para una persona que tuviera escasos recursos, o eso se pensaba y mi familia no tenía muchos recursos económicos para tampoco adquirir un instrumento de estos, pero yo insistía, insistía tanto que mi papá en un “picoteo”, como decimos localmente, consiguió exactamente lo que costaba un violín y lo compró en la 30 de Marzo y de la 30 de Marzo a Vietnam volvió caminando hasta la casa porque gastó todo lo que ganó en el violín.

Ese día cuando él llega, como había una necesidad económica y una necesidad física, porque estábamos pasando por momentos difíciles, lo primero que uno piensa cuando él llega a la casa con esa funda negra es que trajo víveres, trajo plátanos, vamos a comer pesado esa noche y se me salieron las lágrimas cuando mi papá me dice, no, revisa que eso es un regalo para Liquedia, entonces era un violín.

Ese día le prometí a mi papá, a mi familia, a mi mamá y a todos, que no los iba a defraudar, que yo me iba a dedicar enteramente a la música, que esa inversión no iba a quedar en vano y creo que hasta hoy lo he estado cumpliendo.

Ese violín tiene en mis manos desde los nueve años y tengo 27, tiene un tiempo considerable, ha sido utilizado por mis hermanas, también por una prima que fue una de mis primeras estudiantes del instrumento.

5. La maestra Pura Tayson en su vida
Otro momento fuerte en mi vida fue cuando conocí a la maestra Pura Tayson, una de mis directoras corales favoritas, dominicanas y extraordinarias. La conocí en un diplomado, yo no era una niña muy traviesa pero tampoco era muy tranquila. En cierta ocasión sucedió algo en la casa y mi mamá me tuvo que llevar precisamente a ese taller, que ella era invitada con mi papá, a participar del coro de esos diplomados y ahí conocí a la maestra Pura Tayson. Cuando yo la vi dirigiendo el coro, que era una de esas estudiantes y la vi como ella lo hacía, como ella trasmitía esa vibra al coro, yo dije, yo quiero hacer eso, ese fue mi primer acercamiento con la dirección coral, yo le preguntaba mi mamá ´qué es lo que ella hace, que es lo que hace con las manos´, entonces yo decía que quería hacer eso”.

6. Compartir mis conocimientos
Mi papá siempre decía que una de las formas más consecuentes y más seguras de aprender, es enseñando lo que tú sabes, porque ese conocimiento se va asentando hasta que es cada vez más fácil, y ha así mismo ha sido.

Mi prima y mis hermanas fueron las primeras estudiantes que tuve, luego entonces, los niños de mi comunidad, cada vez que nos escuchaban practicando, cantando, se acercaban y nosotros permitíamos que entraran a la casa y de manera informal, con nuestros propios instrumentos hacíamos actividades pequeñas donde poníamos a tocar a los mismo niños de la comunidad, pero con ningún objetivo especial, o sea, solamente era disfrutar el momento, compartir, pero eso se fue volviendo en algo más serio porque la comunidad entera empezó a querer y a preguntar por las clases y a interesarse. Los niños que salían de un ensayo con nosotros iban a sus casas y le contaban y los padres volvían interesados y diciendo que querían que sus hijos estuvieran en algo.

7. Intentamos tener una escuela
En 2007 decidimos dar clases. En ese entonces, no era Fundarmoniartes, sino ´Escuela Elemental de Música Lid Music´ Lid, de Lidia, porque es el nombre de mi mamá, y le pusismos Lid. Pero no funcionó porque nuestra comunidad es muy, muy carente, económica, cultural y socialmente, porque la gente no entiende todavía hoy la importancia del arte y de la educación musical, entonces decidimos hacer otro proceso para convertirnos en lo que somos hoy, una institución sin fines de lucro, nosotros logramos nuestra incorporación en el 2015”.

8. Nacimiento de Fundamoniartes
El proceso lo agotamos en el 2014, y en conjunto con esa incorporación, nosotros graduamos un programa de 60 niños, en ese entonces, que se llamó ´Te Invito a Ver Más de lo que Puedes Oír´, fue el inicio oficial, con todo y nombre, de Fundarmoniarte como fundación, la fundación “Vive en Armonía a través de las Artes”, y graduación de ese programa, entonces a partir de ahí, la fundación ha ido creciendo, con respecto a la cantidad de matrículas de estudiantes, de hecho, nosotros, hasta el día de hoy hemos impactado a más de 700 niños.

Desarrollamos grupos corales, tenemos un coro juvenil que es nuestro embajador en prácticamente todas nuestras actividades de exhibición, el grupo Pequeños Grandes Músicos, que son niños entre 5 y 13 años que tocan instrumentos musicales con material reciclable, todo con lo que pudieras quizás utilizarlo para la basura nosotros o utilizamos para convertirlos en instrumentos musicales y sacar sonidos. Tenemos la Orquesta Filarmónica de Vietnam, que es un programa que ya nosotros vamos a explotar a partir de enero, haciendo una solicitud especial en todo el país para que todo el mundo done un instrumento musical, a cambio de evitar que un niño de esos sea un posible delincuente mañana y por último tenemos la Orquesta Ofu Artes, que está compuesta por algunos estudiantes ya un poquito más cercano a nosotros y también colaboradores de la fundación, maestros, amigos, que tocamos en actividades benéficas, actividades que pueden servirnos para conseguir recursos para mantener la fundación.

9. El reconocimiento del Banco BHD
Otro momento importante para mi es el premio que me ha dado el BHD, porque desde adentro no se ve lo grande de las obras que nosotros hacemos, cuando uno está sumergido en proyectos como este, una no se da cuenta de cuántas vidas ha impactado, cuantos estudiantes, que a veces ni me acuerdo de los nombres porque son muchos. Con este premio, en este año, yo dije ¡Wow! Cuanto, hemos hecho, cuanto Dios me ha permitido hacer, y creo que en el futuro vienen cosas más grandes.

10. La música y yo
Con respecto a lo que pienso y lo que siento, yo creo que es uno de los momentos cuando mi mente, mi cuerpo, mi ser, mi todo, está en paz. Es como si el tiempo se detuviera y es ese momento donde no hay necesidad de estresarse ni pensar en absolutamente nada más que concentrarse en la música que en ese momento estoy recibiendo y para mí el arte de la música es en un lenguaje totalmente universal, es el único lenguaje, que sea donde sea que vayas siempre tendrá el mismo impacto, la misma forma, con lo que siempre me voy a sentir segura y es una de las cosas que trato de trasmitirle a mis estudiantes para que ellos puedan experimentar la paz que se siente a través de este arte, que cabe destacar, es una de las mayores cosas que Dios nos ha dado, porque te digo que nada de lo maravilloso que el hombre puede hacer, lo puede sin Dios. Dios es el centro de todas esas cosas extraordinarias a las que el ser humano puede acercarse, que puede pequeñamente tocar.

Fundarmoniartes, fundación familiar

Ese proyecto que hoy se llama Fundamoniartes, comienza sin el objetivo específico de ser lo que es hoy, fue como una bola de nieve, que fue creciendo y formalizando con el tiempo.

“En el núcleo familiar somos cinco, pero con mi esposo somos seis. Está mi madre que es la maestra de teoría musical y también es maestra de violonchelo. Mi padre es guitarrista y percusionista. Mi hermana Crismélody Ventura, que es la segunda, ella es pianista, directora coral y cantante, ella también da clases de piano y de canto. Saray Ventura es Violonchelista, y da canto y saxofón. Yo soy directora coral, doy clases de canto y soy maestra de violín oficialmente. Mi esposo es el maestro de contrabajo, que actualmente es uno de los instrumentos que ha sido más difícil y con mucha demanda porque causa mucha impresión pero es un instrumento un poco caro. También está mi abuelo que es clarinetista, pero sus aportes son un poquito más en talleres porque es una persona más avanzada de edad”.
“Trabajamos todos los días en la fundación. Tenemos a disposición nuestra casa, que ha sido, una ventaja y una desventaja a la vez, porque perdemos nuestra privacidad. Nosotros tenemos casos de estudiantes victimas de violencia intrafamiliar, de la droga, de violaciones, que a cierta hora no quieren irse a sus casas, y son procesos que nosotros también hemos tenido que trabajar, o sea que no es solo un trabajo musical, es un trabajo comunitario y social, es mucho más profundo de lo que se ve”, relata la artista.

Hace falta apoyo

“Hace falta que entidades privadas y gubernamentales, hagan más inversión en esta área, en proyectos, en fundaciones que estén trabajando en la comunidad, porque los programas educativos dentro del Ministerio de Educación llegan hasta ciertos puntos, nosotras mismas como maestras tenemos nuestros límites, pero cuando trabajamos en la comunidad, más cercanos a los problemas más difíciles que están surgiendo dentro de los barrios entonces es como cuando utilizamos una penicilina para un infección, es como un antibiótico que no solamente alivia sino que erradica ese tipo de comportamiento antivalores que suceden en las comunidades, entonces se necesita”, dice Liquedia.

Aspiraciones
Actualmente mi meta a corto plazo con la ayuda de Dios, es lograr ver el Gran Coro y la gran Orquesta Filarmónica de Vietnam integrada, no por solamente los niños y los jóvenes del sector de Vietnam de Los Mina, sino de Santo Domingo Este. Mi objetivo principal es impactar todo Santo Domingo Este y poder expandir el programa, a través de estudiantes que quieran dedicarse a esto, entonces, mi objetivo principal para este año que viene, es precisamente eso, la Orquesta Filarmonica de Vietnam y el Gran Coro Juvenil de Vietnam, Los Mina, pero totalmente formado por esos estudiantes de Santo Domingo Este y de otras comunidades que también quieran sumarse.

Lo difícil del arte
No tener recursos económicos eso es lo más difícil, porque el arte fluye, camina, pero si no hay recursos para tener las herramientas necesarias para desarrollarlo se vuelve complicado avanzar”.

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