Santiago. Mientras el emblemático Centro de la Cultura “Ercilia Pepín” espera ser remozado, de acuerdo al plan anunciado por el Ministerio de Cultura, su deterioro va en progreso, limitando su funcionamiento.

Filtraciones en el techo, acondicionadores de aire que se condensan, ascensor fuera de funcionamiento, cortinas remendadas, ventanales cayéndose, equipos técnicos funcionando a medias y la fachada deteriorada porque el mármol travertino que cubría las columnas fue retirado por asunto de seguridad, son algunos de los problemas que afectan la entidad que tiene 38 años de fundada, y que en su momento fuera el principal centro del quehacer cultural en esta ciudad.

Francisco –Pepe- Grullón, director del centro, calificó las condiciones de la institución como “desastrosas para una entidad de esa categoría”, y dijo que aunque el término suene peyorativo, aplica, porque como centro cultural está en muy malas condiciones y no está cumpliendo su rol, ya que está funcionando a medias.

“Hablamos del rol cultural, porque la cultura no tiene una tasa de reembolso que no sea alegría, reconocer los valores que tenemos. No se comporta como una compañía que vende un producto y tiene un retorno por lo que vende. Nosotros lo que vendemos es cultura, por lo tanto necesita la ayuda del sector oficial y del sector empresarial”, precisa Gullón, al tiempo de informar que hace un año el ministro de Cultura hizo una inspección y luego envió a la OISOE, pero entiende que son obras muy costosas, citando como ejemplo que solo las cortinas valen más, actualmente, que lo que costó construir el centro en 1979.

Gullón dijo que se tenía pensado comenzar los trabajos este año, pero que las autoridades iniciaron por Santo Domingo, con el Conservatorio de Música, y en Santiago le impermeabilizaron el techo al Instituto de Cultura y Arte, cuando la mayor matrícula de estudiantes la tiene el Centro de la Cultura con un presupuesto muy exiguo. “Es un edificio enfermo por la cantidad de polvo, bacterias que se acumulan por la humedad, especialmente en el área del teatro que es la más afectada, y necesita mucho dinero para ser restablecida. El equipo de sonido es un híbrido entre equipos análogos y digitales, que solo los empleados viejos pueden entenderlo. Pienso que la primera inversión es la de impermeabilización”, dijo Gullón. Informó que hace más de cinco meses quedaron de arreglar el problema de la filtración, pero no han ido.

Destacó que las salas ya no se rentan ni para espectáculos, ni para conferencias, porque no hay condiciones, pues los asientos tampoco sirven.

Bajo presupuesto

Otro problema del centro es la baja nómina de sus empleados y la asignación para proyectos culturales, que es apenas de cuarenta mil pesos mensuales, por lo que trabajan con lo que tienen a mano. “Partimos de los recursos que tenemos, porque si bien el ministro prometió aumentar diez veces el presupuesto para la gestión cultural, para proyectos, exposiciones, obras de teatro, también es verdad que la Cámara de Cuentas sujeta a las entidades que usan las normativas de las finanzas públicas, y el Ministerio de Cultura no puede hacer nada que no cuente con la Cámara de Cuentas”, dijo Grullón.

El área del teatro es la más afectada del centro cultural. Abel Ureña

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