Numerosos son los ejemplos de mecenazgo, desde el patrocinio de eventos, concursos, obras y proyectos, hasta libros, exposiciones, festivales y espectáculos.
El mecenazgo siempre ha estado presente de una manera u otra en la cultura dominicana. Si nos ponemos a enumerar, son muchas las personas, fundaciones y empresas, que apoyan de manera decisiva la vida cultural del país. Un aporte que nunca se ha contabilizado, pero que puede alcanzar los miles de millones de pesos para bien de la cultura dominicana.
Una de las más altas expresiones del mecenazgo en República Dominicana ha sido la Fundación Sinfonía, impulsada por la inolvidable Margarita Copello de Rodríguez -que la fundara junto a su esposo Pedro Rodríguez Villacaña- y que durante 35 años ha sido un firme sostén para la música sinfónica del país, no solo con sus aportes para la propia sobrevivencia de la Orquesta Sinfónica Nacional, sino para la realización de temporadas y festivales.
La ya legendaria Casa de Teatro ha sido el sostén de la cultura underground del país y una muy efectiva ventana de promoción de la cultura latinoamericana en el país y de la cultura dominicana en Iberoamérica.
Si se habla del Premio Nacional de Literatura o del Premio Nacional de la Feria del Libro, se habla de dos ejemplos claros de mecenazgo, uno del Grupo Corripio y otro la Fundación E. León Jiménes. Si se menciona al Museo Bellapart, o al Centro León en Santiago, quizás la máxima expresión de un centro cultural modélico en República Dominicana, o al Centro Cultural Perelló, en Baní, existen gracias al mecenazgo.
El Festival de Cine Global o los premios The Best of DR, La Silla, Adopresci, se realizan gracias al mecenazgo.
Hay diferentes tipos de mecenazgo, entre ellos el micromecenazgo, expresado mucho ahora a través del ‘crowdfunding’.
