El papel de la madre de la cantante en el conflicto por la tutela legal de su hija

El papel de la madre de la cantante en el conflicto por la tutela legal de su hija
El papel de la madre de la cantante en el conflicto por la tutela legal de su hija

La madre de Britney Spears se ha sumado a las voces que piden «liberar» a la «princesa del pop» de la tutela legal que su padre tiene sobre ella desde hace más de una década.

Lynne Spears dijo esta semana que su hija de 39 años«es capaz de cuidar de sí misma» y que debería tener derecho a «elegir su propio abogado», un permiso que la Corte Superior de Los Ángeles le otorgó a la cantante este miércoles.

Es un paso importante, pues cuestiona la validez de la tutela legal, un mecanismo para personas gravemente incapacitadas.

Sin embargo, muchos fans de la artista acusan a la madre de Britney de haber sido cómplice de la situación y de no haber defendido antes a su hija.

Hace 13 años que James («Jamie») Parnell Spears, exesposo de Lynne, maneja los asuntos personales y financieros de su hija desde que en 2008 emergieron preocupaciones sobre la salud mental de Britney y se estableció la tutela.

En ese tiempo, la cantante estadounidense ha lanzado cuatro álbumes, ha dado una gira mundial con la que ha recaudado US$131 millones y ha dado una serie de conciertos en Las Vegas.

«Dentro de los parámetros de la tutela, ha ganado literalmente millones de dólares como celebridad internacional», argumentó Lynn Spears la semana pasada en unas inusuales declaraciones.

Britney asegura que la tutela la ha dejado «traumatizada» y «deprimida».

También ha dicho que se siente «extremadamente asustada» de su padre, de quien dice es un alcohólico en recuperación.

El testimonio de la artista coincide con declaraciones su madre, quien dijo en sus memorias que su exmarido es alcohólico y mujeriego.

Un matrimonio problemático

La actitud de Lynne Spears respecto a la tutela y a su exesposo ha sido cambiante a lo largo de los años.

Lynne de 66 años, y Jamie, de 68, crecieron juntos en Kentwood, una pequeña ciudad en Louisiana.

Se casaron en 1975, cuando ella tenía 21 años, Tuvieron tres hijos: Bryan James (1977), Britney Jean (1981) y Jamie Lynn (1991).

Fue un matrimonio problemático desde los inicios.

En 1980 presentaron y luego retiraron los papeles del divorcio. En 2002 se divorciaron definitivamente.

Pero retomaron la relación en 2010 para luego volver a separarse. Y no esta claro si ahora siguen juntos.

En su autobiografía, Through the storm: a real story of fame and family in a tabloid world («A través de la tormenta: una historia real de fama y familia en un mundo de tabloides»), publicada en 2008, Lynne narró detalles perturbadores sobre el hombre con quien compartía su vida.

Dijo que se divorció de él «tras años y años de abusos verbales, comportamiento errático y total abandono» y que era alcohólico, mujeriego y controlador.

«Nunca fui agente de Britney»

En sus memorias, Lynne también dice que Britney eligió su estilo de vida como cantante y que ella trató de apoyarla siendo una madre comprensiva y solidaria.

Antes de que Britney saltara a la fama mundial, Lynne era profesora en una guardería y su plan a largo plazo era ser maestra.

«La enseñanza era perfecta para mí. Uno de los grandes arrepentimientos de mi vida es haber renunciado a ella en el 2000 para ir de gira con Britney«, se lee en su autobiografía.

Y continúa: «Nunca fui agente de ninguna de las chicas [la hermana de Britney también es cantante y actriz], aunque me pagaron por un tiempo para trabajar en el club de fans y el sitio web de Britney».

Lynne cuenta cómo ella y su exesposo llevaban a su hija a recitales y concursos de baile en distintos lugares de Estados Unidos desde que Britney tenía 3 años.

A los 16, Britney consiguió un contrato para lanzar un álbum y nació una estrella adolescente del pop con su hit mundial, Baby one more time,en 1998.

En el 2000 la cantante les compró a sus padres una mansión en Kentwood valorada en más de US$3 millones.

Dos años más tarde, sus padres se divorciaron. «Fue lo mejor que pudo pasarle a mi familia», dijo Britney a la revista People.

Pero su vida comenzó a tambalearse. Spears acababa de romper con Justin Timberlake y empezó a protagonizar salidas nocturnas escandalosas. Los paparazzi no le quitaban el ojo de encima.

En el 2007 llegarían los polémicos incidentes en la prensa y su ingreso en un centro de rehabilitación. Y en 2008 se estableció la tutela legal que puso a su padre al frente del manejo de sus finanzas y de muchas de sus decisiones vitales.

Lynn Spears se mantuvo al margen.

«Relación tóxica»

Durante años, Lynne Spears ha preferido no estar involucrada en la tutela de su hija, aunque ha mantenido la relación con ella.

En 2019 compareció ante un tribunal para intentar ser parte de la tutela, pero la petición fue rechazada. No está claro cuáles eran sus intenciones.

Lynne Spears no se ha pronunciado mucho en todos estos años sobre la situación legal de su hija.

Una fuente anónima de la familia de Spears le dijo a la revista People que recientemente decidió adoptar otro enfoque después de que Britney «le suplicara su ayuda».

En una audiencia pública en la Corte en noviembre de 2020, Lynne apoyó la solicitud de Britney de sacar a su padre de la tutela.

A través de un abogado, le dijo al juez que padre e hija tienen «una relación tóxica».

«Me rompe el corazón que las cosas hayan llegado a este este punto. Es hora de empezar desde cero», dijo en un comunicado.

También declaró que el dinero que su exmarido cobra de la fortuna de su hija es «sustancialmente inapropiado».

Mathew Rosengart, el nuevo abogado de Britney Spears, dijo este miércoles que su primer objetivo es sacar a Jamie Spears de la tutela de la artista.

Britney Spears anunció que quiere demandar a su padre por «abuso». La cantante no ha emitido declaraciones sobre a su madre.

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