Por primera vez Medellín acoge los Premios Heat creados por la colombiana Diana Montes. Los premios desde su primera edición tuvieron como hogar a República Dominicana.
Con la salida del país y su muy probable establecimiento en Medellín, al menor por esta y la próxima edición, República Dominicana pierde los más importantes `premios de música latina que se realizaran desde su territorio.
¿Qué faltó? No dudo que más apoyo.
Fico Gutiérrez, alcalde de Medellín, quien ha estado entregado al evento desde que se reunió en un restaurante de la capital antioqueña con Diana, aseguró la primera noche, de bienvenida, que por lo que veía, los premios con su festival se realizarán no solo este año, sino que ya aseguraba que el próximo también.
El lunes fue evidente el apoyo de la alcaldía durante todo el día. Han volcado sus fuerzas tanto de la Secretaria Económica, como la Secretaría de Turismo y Entretenimiento.
Un gran recorrido por la Comuna 13, que antes fuese el templo de la violencia, adonde no podían penetrar las autoridades policiales en los años 90, hoy es un maravilloso reflejo de lo que hacen la Cultura, la Educación, el apoyo social directo a los más vulnerables. “Pero para eso se necesita algo muy importante: la voluntad política”, expresó a elCaribe José Alejandro González Jaramillo, fundador de la secretaría de turismo y entretenimiento.
“Hace un año fue fundada nuestra secretaría, al ver el alcalde la necesidad de la misma, porque en esta ciudad el turismo y el entretenimiento son protagonistas. Y contamos con todo el apoyo”, explicó.
Después del recorrido por Comuna 13, donde se evidencia cómo la música, la danza, el arte callejero, la escultura, conjugados con la educación y la asistencia social y la seguridad ciudadana, se realizó un descenso a Plaza Botero.
Esta plaza está enclavada en una de las zonas más vulnerables aún de Medellín, una urbe que debe haber triplicado su espacio físico de 1994 a la fecha.
Plaza Botero está junto a lo que fuese el Centro de la Cultura, un palacio con reminicencias mozárabes, y frente al Museo de Antioquia, donde hay también una parte de la colección de Fernando Botero, quien inicialmente quiso donar toda su obra a ese museo, pero quien estaba al frente hizo caso omiso a la oferta. Cuando Bogotá le pidió acoger la colección, saltaron los resortes de la sociedad antioqueña y pidieron públicamente al artista paisa que hiciera realidad su ofrecimiento a Medellín. Mas era tarde. Y lo que pudo hacer fue entregar parte a Bogotá y parte a Medellín.
Veintitrés grandes piezas aguarda a los viandantes y turistas, esta gran exposición al aire libre. Medellín es la capital iberoamericana de las industrias culturales.